Novedad

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La mirada destellante entre Norman y Anthony ponía nervioso a Ciel, siendo su enamorado tan joven y con solo parte de naturaleza demoníaca estaba en evidente desventaja si se enfrentaba a esta sombra de su pasado. Avergonzado trataba de ocultar su erección, levantándose se arreglaba la ropa para disimular, Norman sonrojado desviaba la mirada. En un suspiro Ciel tomó su mano para levantarlo también del suelo así alejarse de esa irritante presencia que sonreía con descarada malicia.

—Vamos Norman... Sebastian debe estar buscándonos.

—¿Por qué se van? No me ignoren — Anthony dijo siguiéndolos— Norman, finalmente pude verte de cerca, eres igual a Sebastian pero en versión pequeña. Eso lo explica todo ¿No?

—¿Qué quieres? Si vienes a visitar a mi Vincent voy a llamarlo.

—Si, me gustaría verlo... Y también quiero hablar contigo si es posible.

Norman callado los escuchaba hablar, sentía arder su cuerpo de enojo y celos muy diferente al calor que le embargaba antes cuando estaba excitado junto a Ciel.

—No tenemos nada de que hablar.

—Sé que estás enojado por haber interrumpido tu encuentro amoroso y debo admitir que tal vez me puse un poco celoso, lo siento.

—Ahora menos quiero hablar contigo, quédate afuera buscaré a Vincent.

Advertía Ciel con molestia sin soltar la mano de Norman entraban a la residencia, en parte no sabía si debía agradecer a ese idiota que los interrumpiera, no era correcto lo que pretendía hacer porque estaba a punto de romper su promesa con Sebastian y a la propia que hizo a su hijo. Además si lo pensaba con cabeza fría, Norman los puso a dormir a todos aunque pareciera una travesura inocente era muy perversa, pensaba mientras de reojo veía a Anthony esperar afuera sin refutar.

—Odio a ese tipo... ¿Cómo pudo interrumpirnos así? —Refunfuñaba malhumorado Norman cuando caminaban por el pasillo— Pero,  todavía podemos ir a la biblioteca para terminar, ¿no?.

Muy cariñoso el joven decía en un abrazo para obligarlo a que lo levantara, quedando así cerca de su rostro, su mirada se iluminaba al ver el notorio sonrojo de sus mejillas porque a pesar de ser adulto, Ciel seguía conservando parte de esa tímida naturaleza suya, este correspondiendo su abrazo buscaba la manera más amable de negarse.

—Quisiera pero ese idiota ya me puso de mal humor.

—Y no funciona cuando estás molesto? ¿O será que ya recordaste lo que ustedes tenían juntos por eso ya no me quieres?

—No empieces Norman, no es por eso, solo no quiero que nos interrumpan de nuevo. —Con aparente seriedad Ciel respondía.

—Estabas duro... Lo noté y yo lo estaba un poco, si no hubiéramos sido interrumpidos ahora lo estaríamos haciendo. Solo quiero a mi amado dentro mío, que al rozar mi interior me lleve al más absoluto placer...

El joven susurró cerca de su oído para provocarlo mientras su mirada destellaba, Ciel trataba de resistirse al místico encanto de este niño manipulador, encanto natural de un demonio. Se suponia que era el adulto y a veces con él se sentía como el niño entre los dos. ¿Acaso era más propenso a caer en los encantos demoníacos? Pensaba con una extraña sonrisa mientras trataba de apartarse.

—¿Qué cosas dices? Un niño no debería hablar así. ¿Dónde aprendes eso?

—Solo fluye cuando estoy cerca de ti, es lo que provocas en mi corazón enamorado. Tampoco lo entiendo.

Rozando sus labios susurraba Norman, entonces se separaron al oir unos pasos acercarse.

—Joven amo... —Sebastian en un bostezo lo llamó, con un gesto que parecía molesto— Norman ven acá.

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⏰ Última actualización: Sep 17, 2023 ⏰

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Ese demonio... Tendrá un bebéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora