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6 Y dice que conmigo se tira y le digo que no sé si eso puede ser...


Ya es muy de noche cuando los tres chicos comenzaron a fumar y drogarse, como siempre, menos yo. He decidido mantenerme consciente para cuidar de Nahara, aunque yo sé perfectamente que ella puede cuidarse sola.

—Esto huele fatal —Dijo, haciendo una mueca al salir del baño y percibir el humo que impregnada al ambiente Me levanto del sofá y me dirijo hacia ella.

—Perdón por este desorden.— Me disculpo ante ella, ya que estos jóvenes, amigos míos, casi destrozan la casa de la emoción.

—¡Si no es contigo, amor!—Exclama Lukas, quien ha comenzando a poner música y a cantar con un entusiasmo desmedido—. ¡Yo no quiero a nadie más!—Actua como si tuviera a una chica enfrente, moviendo sus caderas de un lado a otro, en un vaivén que resulta casi cómico. Con sus manos, simula dar nalgadas, lo que ha provocado que Nahara pusiera una cara de horror ante su actuación.
La miro de reojo y me percato que en su móvil ha sonado una notificación.

—¡Tú nada más tienes. lo que a mí me encanta!—Continúa Lukas con su locura, ignorando por completo el desagrado de Nahara.

—Es mi madre— Dijo ella, y mi mirada se dirige rápidamente hacia su rostro, que muestra una mezcla de preocupación y resignación, y la entiendo, no ha sabido nada de su madre.

—Dámelo— Le arrebato el móvil de sus frágiles manos antes de que pudiera decir algo. Ella se limita a fruncir el ceño, claramente molesta.

—¿Qué cojones haces? Pringado— Escupe. Se pone de puntillas, ya que por lo menos le saco dos cabezas y apenas podía ver de que trata el mensaje. Leo el texto que había recibido: "Hija, estoy muy preocupada por ti. Escríbeme y al menos dime adónde fuiste para estar más tranquila." Escribo rápidamente una respuesta, asegurándole que está con unas amigas/conocidas que ha hecho por el barrio. Poco después, su madre tan solo le ha enviado un emoticono de corazón.

—Arreglado. Anda, que fácil ha sido convencerla— Le dije, sonriéndole de lado, aunque en el fondo he sentido una punzada de culpa ante mi acción.

Aunque ahora tenía cara de preocupación.

—La he dejado sola, Beny. Ella no sabe bien defenderse.— Me comenta con un tono un tanto elevado, lo que me hizo querer calmarla.

—Tranquila, estará bien. Ahora le diré a unos amigos de confianza que la vigilen para que no le pase nada.—Le respondo, mientras que la arrastro hacia mí y la estrecho en mis brazos. Ha sido un gesto impulsivo, pero en ese momento había sentido que ambos lo necesitábamos.

—Apártate, ¿qué mierda te pasa?— Me empuja levemente, sorprendida. En ese instante, unos ronquidos resuenan en el salón, y ambos nos giramos para ver que los demás ya están dormidos.

—Será mejor que nosotros dos nos vayamos a dormir también, debes tener sueño.—Dije, sintiéndome incómodo por lo que acababa de suceder. No me he esperado que mi instinto me llevara a abrazarla así.
Ella asiente con la cabeza, visiblemente confusa.

—¿En dónde voy a dormir?—Pregunta, mirando hacia la habitación de Lukas.

—Dormiremos juntos, no hay otra cama.—Respondo, mientras intento no hacerla sentir incómoda. Si ella prefiere, yo puedo duermo en el suelo sin problemas.— Si no te agrada...

—Perfecto.— Suspira, y juntos nos dirigimos a la habitación de Lukas. Me quito la camiseta, y busco para ponerme una manga corta básica del armario. Al girarme para ver a Nahara después de ponerme la camiseta, ella se encuentra observándome detenidamente, con los ojos fijos totalmente en mí.

—Cámbiate para dormir más cómoda, ya está lavado.—Le señalo su pijama recién lavado y ya seco, con el que había traído consigo.

—Gírate.— Duce en un tono aparentemente amenazante. Elevo una ceja y decido obedecerle y me volteo. Poco después, me avisa con un: —Ya estoy cambiada— y yo me acerco a ella.

—Te ves tan fea así.— Le sonrío de lado, y le toco la nariz. No ha podido ocultar su expresión de enfado, arrugando la nariz con desagrado.

—Guarda todas esas palabras para alguien más.— Se cruza de brazos, y en un giro inesperado, suelta: —Creo que no le caigo muy bien al Morad, bueno diría que a ninguno, pero él es tan raro.

—¿Y eso? ¿Te ha hecho algo?— Respondo, sometiendo una punzada de preocupación por todo mi cuerpo.

Perfecto, como le tenga manía por el pasado estoy apañado.

—No lo sé, se comporta extraño— Sus palabras han hecho que lo tuviera muy presente, que la preocupación se apodere de todo mi ser, y supe que tendría que hablar sí o sí con Morad. No podemos permitir que ella sospeche de algo. Si no recuerda nada de su pasado tampoco podremos obligarla, y eso significa que es lo mejor empezar de cero, supongo.

—Bueno, intenta dormir.— He querido poner fin a la conversación, aunque en el fondo sé que hay más en juego de lo que ambos queremos admitir. Ella asiente, y se tumba en la cama, envolviéndose en las sábanas con un gesto que parece casi instintivo, buscando el calor y la seguridad que la noche ofrece. Yo también me he acomodado en la cama, pero con la intención de dejarle su respectivo espacio, como si el aire entre nosotros pudiera ser un refugio. Le doy la espalda, permitiéndole más lugar, deseando que pudiera descansar bien y encontrar un poco de paz en medio de tanta confusión.

—Beny, ¿confías en que no escaparé?—Pregunta, con voz suave pero cargada de una inquietud que no podía ignorar.

—¿A qué viene eso?—Respondo, un tanto sorprendido por la dirección que ha tomado la conversación. No me he esperado para nada esa pregunta.

—Haré lo que queráis y estaré con vosotros, con la condición de que algún día me cuentes todo—Su declaración ha flotado en el aire, como una promesa y una súplica al mismo tiempo. En ese momento, he comprendido que su deseo de saber es tan fuerte como su necesidad de pertenecer.

La habitación se ha llenado de un silencio denso, donde cada uno de nosotros parece estar atrapado de sus propios pensamientos. La oscuridad nos envuelve, pero hay una luz tenue que ilumina la posibilidad de un nuevo comienzo. La idea de compartir la historia, de abrir las puertas del pasado, es un paso que ambos sabemos que debemos dar, aunque el miedo a lo desconocido nos paraliza, o al menos a mí sí.
Siento que mi respuesta va a ser una respuesta que daría a entender que va a ser un pacto táctico entre nosotros.

CAOS ☆ Beny JrDonde viven las historias. Descúbrelo ahora