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Olvidarte es difícil, amor...

Temporada 2.

NAHARA;

Mis ojos se abren a la par, me incorporo con la respiración agitada.

—¿Estás bien?—Sebas se agacha a mi altura.

Daimon y John se miran fijamente todavía, con los ojos entrecerrados y apretando las mandíbulas.

—Tranquila, tan solo te desmayaste menos de un minuto—Acaricia mi pelo.

Aparto su mano bruscamente. Asqueroso.

—Estoy bien—Me levanto del suelo sin su ayuda.

Creo que fue la tensión, tal vez.
La molestia en la mirada de Sebas es notoria, pero simplemente lo ignoro por completo.

Me doy cuenta que Daimon y John se están susurrando entre ellos. Me acerco a los dos, con la intención de escuchar de que tanto susurran, hasta que John mira por encima del hombro de Daimon, dándose cuenta de mi presencia. Su mirada tan fija en mí me causó escalofríos por todo mi cuerpo. Daimon después de pocos segundos se calla, ya se ha dado cuenta de que alguien se posiciona detrás de él. Gruñe y nos da la espalda. Aprovecho la oportunidad para agacharme junto a John.

—Compórtate y habla, acabarás mal si no lo haces—Murmuro cerca de su rostro. Sabe que no le estoy amenazando, sino que estoy preocupada.

—¿Nos querías hacer creer que estabas muerta para estar con este?—Eleva la voz, mirándome con un brillo de odio—Te veías a escondidas con él mientras estabas con Beny, ¿no? ¿Eso quieras? ¿Querías verlo roto y sufriendo por ti? Eres una narcisista de mierda, púdrete.

Siento que a mi corazón le clavaron un cuchillo.
Escupió esas palabras con tanto odio que me siento culpable de todo. No creo que pueda aguantar mucho más.

—¿Puedes dejarla en paz?—Daimon aparece en nuestra conversación, furioso. Me empuja hacia atrás, haciendo que me caiga de culo.

Lo miro con el ceño fruncido, ¿y este de que va?

Daimon vuelve a patearle por todo el cuerpo de nuevo, los gruñidos y gritos provenientes de John ya no me causan nada, solo eran unos gritos de dolor.

—Vas a matarlo antes de sacarle lo que queremos—Declaro con tranquilidad.

Para de darle patadas y me mira de rojo.
Parece ser que ha reflexionado.

—Bien—Retrocede unos cuantos pasos atrás, metiendo sus manos en los bolsillos de sus pantalones vaqueros negros anchos.

—Me encargaré yo con él, estás muy agresivo para poder encargarte tú—Me levanto del suelo, limpiándome las manos.

Sebas apoya su mano en su hombro y se van dándonos la espalda. Me quedo mirando por la puerta donde se han ido, hasta dirigirme de nuevo hacia John.

—No hace falta que me digas nada, ya sé donde reside Beny ahora—Murmuro, cruzándome de brazos.

El silencio se hizo presente y no me gusta para nada, es más, me pone nerviosa.

—¿Puedes decir algo? Yo que sé, pero me enfada que tan sólo me mires con odio y no hables—Su mirada me sigue cada vez que camino hacia los lados, intentando mantener la calma.

Frunzo el ceño al ver que no dice nada.

—Entiendo que estés decepcionado, pero te vas a arrepentir—Me quedo quieta, mirándolo—Sé lo que hago, John. No te puedo decir nada pero te aseguro que voy por buen camino—Vuelvo a caminar hacia los lados.

Su mandíbula tensa hizo que yo trague en seco.

—¿Y como sé que no me estás mintiendo como hacías con el Beny y el resto?—Por fin palabras salen de su boca.

De reojo por la puerta veo a Daimon ahí parado. No sé desde cuando pero espero que haya venido ahora.

—Si no me dices adónde está Beny, te perderemos, John—Puse autoridad en mi voz.

Él me mira con el ceño fruncido. Se da cuenta más tarde de que está Daimon apoyado en la puerta, mirándonos con curiosidad y atención.
Se voltea de nuevo hacia mí.

Le doy una señal para que me dijera la verdad. Tan solo tiene que confiar. Oigo que susurra la calle y la casa en donde vive, aunque yo ya me lo sé.

—Perfecto—Sonrío de lado—Ya sabemos en donde está.

—Y nos vamos a deshacer de él—Daimon tiene una pistola entre sus manos, a nada de apretar el gatillo.

Con mis reflejos pude apartar a John con facilidad, en el momento en que la bala sale.

—¿Estás loco? Prometimos no matar a nadie—Me quedo en el suelo, junto a John. Este último me observa sorprendido.

Nos está apuntando con la pistola, algo lejos de nosotros pero eso no nos quita del peligro al cual nos afrentamos.

—Eres muy inocente, Nahara—Oigo su suspiro.

—Tú eres muy cobarde. Cumple tus promesas—Me limito a alzar un poco la voz.

—Si muero, prométeme que arreglarás las cosas con Beny. Arriesgaste tu vida por salvarme, Nahara, y ahora me arriesgaré yo a confiar en ti. Eres fuerte—Susurra, con ojos llorosos.

—Te prometo que arreglaré las cosas con él—Yo también susurro, asintiendo varias veces.

El sonido de la bala vuelve a aparecer. Mis ojos se abren como platos al ver como la bala se adentra a su pecho, y la sangre me salpica en todo mi rostro, además de mi ropa y cuerpo.
Tardo minutos en reaccionar. John acaba de morir delante de mis ojos.

CAOS ☆ Beny JrDonde viven las historias. Descúbrelo ahora