CAOS ☆ Beny Jr

99

Ya estoy cansado de este mundo, es cruel y cínico...

Temporada 2.

BENY;

—Vale, si esa es su decisión, respétala—No me gusta para nada que Morad me de lecciones y me diga que hacer porque me parece muy inmaduro de mi parte, pero me sienta bien que lo haga, me doy cuenta de mis errores y él es el único que me puede ayudar en eso—Pareces un niño, Beny. No te has despedido de ella, ¿a qué esperas? ¿a que se vaya y ya? Después de todo lo que habéis hecho juntos, las malas y buenas experiencias...

En una parte, no quiero decirle nada más a Nahara, pero mi otra parte me dice que debería hacerlo porque sé que no es una despedida para siempre.

Sus ojos mostraban todo lo contrario a lo que decía, estoy seguro que quiere conmigo pero algo se lo impide. Igualmente, no quiero pensar que fue algo pasajero, ¿y si me olvida?

—Te está dominando, Beny—Morad me saca de mis pensamientos—Búscala, ve y dile todo lo que sientes. Deja la fama, el dinero y el orgullo de lado en ese instante, piensa un poco en tus sentimientos también.

Tiene razón.

—Ahora dime, ¿que sientes por ella? Deja todo lo que te he dicho atrás.

¿Tendría que desahogarme por completo con él? Será raro pero a lo mejor me ayudará en mejorar, yo confío.

—Cuando estoy con ella... imagino que el mundo es solo de los dos, no hay nadie más. A veces llego a pensar que soy otra víctima—Agacho la cabeza—Es verdad lo que dices, creo que iré a buscarla.

Sonríe de lado.

—Beny, no te preocupes por nada. Volveréis a veros, en cualquier momento y en cualquier lugar pero lo haréis—Me apoya.

—Gracias por todo, eres un grande—Lo abrazo y salgo a la calle después de despedirme de él.

La noche está fría, pero sigo corriendo buscando suerte. La estación está vacía, las luces parecen parpadear a cada rato y eso parece una maldita película de terror. Mis pasos son ligeros, en busca de mi chica.

Hasta que ahí la veo, sentada con las rodillas flexionadas sobre la banca en el que se encuentra sentada. Mi respiración se agita, verla con la mirada perdida, sin saber que hacer, me rompe el corazón. Me acerco con lentitud a Nahara, la inspecciono completamente, pensando en qué decirle y como actuar frente a ella.

Me senté dudosamente a su lado, no se da cuenta de mi presencia.

—Nahara.