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Ya no quiero droga...

BENY;

—He decidido dejar el tema de Nahara de lado—Le di un sorbo a mi lata.

—¿Beny? ¿Eres tú?—Morad parece estar sorprendido.

—Primero me entero que has dejado plantado a los del concierto por ella y ahora nos vienes con esto—Frunce el ceño, molesto.

—John, tengo que vivir como siempre lo he hecho, porque me he dado cuenta que nunca la voy a sacar de mi cabeza—Me tiro en mi cama.

Mi teléfono suena, en la pantalla veo el nombre de Idaira.

—Ahora vuelvo—Me voy al balcón, que está a la otra punta de la casa. He venido aquí para que no escuchen nada.

—Idaira, ya he hablado con Effy.

—¿Y que tal?

—Me lo ha contado todo.

—¿Ves? Yo ya lo sabía. Que cabrona que es.

—Lo sé. Effy me ha dicho que Daimon y Nahara eran amigos en la cárcel, que hicieron un pacto o algo así. Me ha contado que él estaba pillado por ella.

—¿Daimon enamorado de una tía? Vaya, quisiera haber sido Nahara.

—Cállate—Relamo mis labios secos—Te dejo, están estos dos en mi habitación.

—Que te follen—Ríe y acto seguido cuelga.

Me reí por lo bajo y me fui en donde están Morad y John.

—¿Quién era?—Nada más entrar Morad me lo pregunta.

—Una chica que conocí ayer—Al decir eso, por mi mente aparece el rostro de Jade.

John me mira con cara de pervertido.

—No, no estoy para eso.

—¿Por Nahara?

Y volvemos a lo mismo.


Me encuentro tirado boca abajo en mi cama, con el móvil entre mis manos revisando Instagram. Será un buen momento para escribirle a Jade, aunque me dijo Effy que no me fiara de ella pero realmente no me importa que lo diga, total, yo no le voy a creer.

Justo cuando abro el chat de Jade me aparece un mensaje de Effy. Ruedo los ojos. Entro a su chat y leo lo que me envia: <<¿Puedo ir a tu casa?>>

Rápidamente le escindo diciéndole que haga lo que quiera. No tengo ganas de tener visitas ahora mismo con la cara de drogado que llevo ahora mismo. Espero que al menos no se fije en eso. Pocos minutos después, aparece en la puerta de mi casa, le dejo pasar y juntos nos sentamos en el sofá. Me doy cuenta de que tiene un moretón debajo de su ojo.

—Tenías razón—Agacha la cabeza, con algo de pena.

—¿Sobre qué?—Quise minimizar la situación, pero no puedo esconder mi preocupación.

—Daimon—Aclara la garganta—Quiso clavarme un cuchillo en la garganta. Sabía que no lo iba a hacer porque siempre me amenazaba con navajas e incluso con pistolas, pero me di cuenta de que es capaz de todo, absolutamente de todo—Me enseña su brazo, en donde tiene una herida algo profunda y sangre aún saliendo de ella.

No aparto la vista de su brazo. Me da lástima que tenga que pasar por esto, aunque realmente nadie lo merece.

—Déjame curarte—Quise levantarme del sofá pero me agarra con fuerza de la muñeca.

—Primero déjame contarte lo que ha pasado.

Que valiente es. Algunas gotas de su sangre cae en el suelo.

—Escuché que hablaba de ti y de Nahara con un amigo por teléfono. Yo anoche ya lo había pensado y decidí ponerle frente a mi hermano, que sepa que puedo ser más que él. Entonces, quise defenderte y lo hice, ahí fue cuando quiso apuñalarme.

La sangre se esparce por todo el piso.

—Lo hice para ser valiente—Agacha la mirada—No por nada en especial—Parece nerviosa.

Asiento. Después de insistirle para que le cure la herida accede. Mientras lo hacia, puso su pierna sobre la mía, la miro de reojo y veo que sonríe a medias.

—Listo.

Por sorpresa, Effy se coloca encima de mí. Sinceramente no tengo ni idea de como mierda reaccionar, porque todo ha pasado muy rápido.

CAOS ☆ Beny JrDonde viven las historias. Descúbrelo ahora