CAOS ☆ Beny Jr

50

¿Para qué quieres detenerme?...

BENY;

—Ven aquí—Murmuro.

Paso mi brazo por debajo de sus hombros para que no se caiga.

—No te vayas, por favor—Sus brazos se aferran a mi cuello.

No me voy a ir, princesa.

—No. Déjame agarrarte y vamos a casa, ¿vale?—Intento sonreír para calmarnos.

Miro al chaval con el cual estaba Nahara. Él me mira desafiante. Ups, lo siento.

—Déjame darle un besito de despedida—Se aleja un poco de mí y se balancea. Con rapidez, la vuelvo a coger.

—Vámonos—Me la puse en el hombro, como un saco de patatas pesado, la única diferencia es que ella parece una pluma.

Mi mano se coloca en la parte baja de su vestido, para que no se le vea nada en el camino.

—Bájame—Vuelve a reclamar mientras me patea el estómago.

Me retuerzo, pero tengo que llegar antes de que la gente piense otra cosa.

Al llegar, cierro la puerta con mi pierna. La cojo de la cadera y pongo sus pies en el suelo.

—Mhm—Sigue con su balanceo.

Mis manos se colocan en su cintura.

—Suéltame.

—Te vas a caer, Nahara.

—Hazlo, ahora.

Bueno, si tanto lo pide. Mis manos se despegan de ella. Al soltarla, se cae de culo contra el suelo.

—Te lo he dicho.

Una risita sale de sus labios.

—Cállate.

Le doy mi mano para que se pueda levantar, lo acepta con gusto.

Me mira a los ojos.

—Effy, ella...

—¿Effy?

—Ella...—Se balancea de nuevo—Prométeme que algún día la encontrarás. Tengo que hablar con ella.

—¿Quién es Effy?

—Tengo mucha calor, ¿tú no?—Muerde su labio inferior.

Madre mía.

Tiene la mirada perdida pero puesta en mí.

—No, hace más frío que en el polo norte. Vamos, a dormir—Le acaricio el pelo y ella ronronea—¿Que haces?—Me rio a carcajadas.

Es un completo desastre, y eso me encanta.

—Yo tengo mucha calor—Empieza a bajarse los tirantes del vestido con lentitud y muy sensual.

Trago en seco.
No, no sabe lo que hace, tiene que parar.

—Basta—La agarro de las manos antes de que vaya más lejos.

—Nadie te obliga a quedarte, te puedes largar.

Paciencia, Beny.

—De verdad, como me alegro que te salga todo mal—De la nada, su pequeño cuerpo choca contra el mío—Me alegro que nos hayamos conocido en el peor momento y nos destruyamos a la vez—Relame sus labios.

Si supieras...
Me gusta mucho esta Nahara.

Tal vez parecemos dos humanos inmaduros, sin saber afrontar los problemas de una manera correcta. Yo seré el primero en admitirlo, pero en esta situación, ni siquiera se me pasa por la mente si es correcto o no.
Soy adicto a ella, después me siento como la mierda cuando no la veo. En fin, a pesar de lo mucho que la quiera más que nadie y tal, no le veo un futuro bonito a lo nuestro, y menos ahora. Nahara me confunde.

—Vamos a dormir, niña.

—Que pesado eres—Rueda los ojos—Vamos a bailar, es mejor que dormir—Me guiña un ojo.

De repente, empieza a bailar bachata. ¿Desde cuando? No tengo ni idea, pero yo estoy más duro que una piedra.

—Muévete un poco, alegría—Pega su espalda en mi torso y empieza a bailar con sensualidad.