Capítulo 16

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Despertó sintiéndose increíblemente cómodo y calientito. Todo bien, excepto que se sentía aprisionado en unos brazos. Se giró y contuvo su grito cuando vio la cara dormida de su vecino. Rápidamente se volteó a ver el cuerpo, aliviado de estar vestido, aun cuando el hombre ya no tuviera camisa.

Suspiró y se puso a recordar la noche anterior, sintiendo pena de todas las tonterías que hizo, tan concentrado que no se dio cuenta de cuando se volvió a dormir.

No hasta que despertó de nuevo, sintiendo unos besos en su cuello, se tensó y se removió, sintiendo el peso de la resaca caer sobre él.


—Despertaste —le dijo Jungkook sin vergüenza de haber sido descubierto besando su cuello.


Gruñó —Eres descarado —le dijo sin moverse —Me quiero morir~ ¿Por qué me dejaste tomar tanto?


El otro rio y se levantó —En realidad fuiste tu quién se tomó todo lo que tuviera enfrente


Hoseok rio —Sí, bueno, no debías tomar...


Jungkook bufó, pero de pronto estaba ahí, con el remedio que Hoseok tomo de inmediato.


No fue hasta que por fin su resaca había comenzado a pasar cuándo de verdad se sintió humillado. Se escondió hecho bolita dentro de las mantas mientras a su lado Jungkook reía —Mátame ¡Eso fue tan humillante!


Luego de una carcajada alguien palmeó su hombro —Me iré a dar un baño ¿Por qué no usas ese momento para huir?


Gimió de vergüenza, pero asintió —Pero tárdate un poco, quiero tomar café


El alfa rio y salió de la cama —Desayuna, me quedare tranquilito en mi habitación luego de la ducha, no te preocupes


—Bueno


── ✦ ──


—Vaya, siempre me pregunte porqué parecías gusanito mientras cocinabas, resulta que estabas bailando


Hoseok resopló y le miró mal —Dijiste que te quedarías en tu cuarto


El hombre rio —Mentí —dijo y saco un cigarrillo


—Ah no, no mientras yo estoy aquí —le dijo arrebatándolo de entre sus labios —ya fuiste lo suficientemente descarado para salir cuando habías acordado que esto sería una huida sin vernos las caras, no vas a fumar en mi cara mientras desayuno


El hombre bufo, y le arrebato el cigarro para acomodarlo en la oreja de Hoseok —Gracias por hacer la cama, por cierto —le dijo y camino al balcón, sacando otro cigarrillo —fumare fuera, niño llorón


Hoseok no dijo nada, solo continúo cocinando, completamente sonrojado. Salió, con cuidado de que nada se callera —Vaya que tienes una buena vista de mi apartamento

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