Vecinos

Capítulo 86

Esa mañana, Hoseok se había despertado antes que nadie y había estado rondando su habitación, sentía que no había visto lo suficiente a Yoongi, pero admitía que no podía solo ir y husmear, su amigo siempre había sido respetuoso de su espacio como omega, y podía entender que justo ahora, su habitación no era suya, sino el lugar donde su amigo se recuperaba y cuidaba de su omega... aunque aún no supiera que era su omega...

—Tío Hobi, tío Kookie dijo que no anduviéramos rondando su cuarto

Hoseok dio un respingo siendo sacado de sus pensamientos, alejándose de su habitación y caminando hasta su cachorrito —Lo sé, tienes razón, lo siento

—Está bien, no voy a decirle a tío Kookie

Hoseok sonrió, besando su frente —¿Me ayudas a hacer el desayuno?

Gabin sonrió, asintiendo y ambos fueron a la cocina.

Para cuando terminaron, Jungkook por fin despertó, mirándolos y levantándose para besar sus frentes —Oh, me quedé dormido, lo siento

Hoseok rio, negando —No, no es tan tarde aún

El alfa suspiro, sujetándolo de la cadera —Fuiste a husmear ¿Cierto?

Hoseok negó, sintiendo su cara roja —¡No tío Kookie, tío Hobi no estaba husmeando, mi tío Hobi solo pasó al baño, está cerca por eso estuvo ahí!

Jungkook rio, divertido mientras Hoseok suspiraba rendido —Lo siento

Jungkook negó, besándole suave y alejándose —Nah, está bien, sé que es pura necesidad de chisme

Hoseok rio —Bueno, pues desayunamos entonces

—¿No esperamos a tu amigo?

Negó —No, dijo que estaba cansado, seguro dormirá otro poco, además ya lo interrumpí anoche

Jungkook asintió y se sentó, su mano poniéndose sobre la pierna de Hoseok mientras desayunaban

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Miró la hora —¿Debería despertarlos?

Jungkook rio, acomodando otra pieza del rompecabezas —Déjalos, Yoongi hyung sabe lo que hace, eso dijiste hace rato

—¡Pero casi es hora de la comida!

La puerta se abrió —¿Por qué tan escandaloso, Seok?

Los tres les miraron, realmente sorprendidos —¡Tío Jimin, hueles mucho a tío Yoongi!

El omega sonrió, encogiéndose de hombros —Amh, si, un poco

Yoongi hizo un gesto de desinterés, pero Hoseok noto sus mejillas rojas —Si, si, ya ¿Qué vamos a comer?