Capítulo 84

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Volvían de dejar a Hoseok, este sería el ultimo día que iría su novio a la escuela, lo que hacía muy feliz a Gabin. Subieron con calma, y entraron.


—Muy bien, a orear las mantas


El niño asintió, desatándose más rápido sus zapatos y yendo a su habitación —Voy, tío


Jungkook suspiró, yendo a abrir las ventanas y luego a su habitación para tomar las mantas y luego al cuarto del niño, que ya las había puesto en la orilla de su cama y ahora bajaba con cuidado.

Las tomó y le sonrió al niño, yendo a colgarlas cerca de la ventana, y las sabanas y fundas las metió a lavar, también acomodó los cestos de ropa cerca de la lavadora, fue a la cocina, viendo antes al niño acomodar las cosas en su habitación, pasando un trapito, rio, negando y siguió su camino a la cocina, a guardar los platos del desayuno que su novio había dejado escurriendo;  fue entonces que la puerta fue tocada, miró con extrañeza y fue a abrir.


—Oh, señor Kim, buenos días ¿Cómo se encuentra?


El hombre bufó, mirándole con calma —Muy bien, chico, muchas gracias


—¿Gusta pasar?


El hombre negó —Sé que has estado preguntando por departamentos más grandes por el área


Jungkook rio, asintiendo —Sí, es por nuestro cachorrito


El hombre hizo un gesto de desinterés y suspiró —Mi hija acaba de tener a su hijo, me pidió que fuera a vivir con ella, ya sabes, esta sola, su esposo es militar, aunque no te incumba, en fin, me mudaré, iba a rentar abajo para tener dinero extra, pero si quieres puedes comprarlo


Jungkook sonrió —¿De verdad? ¡Sí, seguro!


—Será más caro porque es más grande, se lo dije también a tu amigo de enfrente cuando me pidió el de abajo, que sería más grande y más costoso, pero este es aún más grande, es de tres habitaciones y tiene el local de junto, puedes hacerlo cochera, tienes muchos autos, chico. Aunque si no lo quieres está bien, podemos ver qué hacer con él


Jungkook negó —No, si lo quiero todo tal como está o lo que incluya al venderlo


El hombre asintió —Bueno, pues entonces ven mañana, traeré al agente para que mida todo y luego hablamos del costo, el pago y ¿pagas de una de nuevo? —Jungkook asintió —Bien, entonces te daré un buen precio, eso es todo —el hombre alzo una mano, viendo hacía dentro —Nos vemos, niño


—Adiós, señor Kim


Jungkook asintió —Muchas gracias, nos vemos mañana


El hombre sacudió la mano y bajó, asintiendo. Jungkook cerró la puerta, mirando al niño que sonreía, pasando su trapito al frente y atrás de la mesita de café, dejando unas rayas húmedas —¿Nos vamos a mudar?


Jungkook negó —No, o bueno, mas o menos, la casa será más grande ahora


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