🧅¿LLORAR?, NO GRACIAS,
YO PURO ENOJO🧅.(______)
Estábamos esperando a Diego en una habitación cuando Cinco habló.
- ¿Sabes?, no te he pedido ser mi novia. Creo que es hora de dar ese paso.- escuché a Cinco mientras que yo veía la puerta por dónde se fue la enfermera para traer a Diego.
- No me lo tomes a mal, pero me gustaría que eso pasara cuando ya no tengamos preocupaciones....ya sabes, para empezar una vida juntos y mejor.- le acaricié el dorso de su mano.- Espero y que me comprendas.- este negó con una pequeña sonrisa.
- Te esperaría hasta el fin del mundo.- bromeó.- Te amo y por ti soy capaz de esperarte el tiempo que sea necesario.- me agarró de la mano mientras la acariciaba.
- Te lo agradezco, ojiverde.- agradecí para después voltear a ver un hombre con barba.- ¿Eres tú, Antonio Banderas?.- bromeé.
- Que graciosa.- dijo forzando una sonrisa para después sentarse enfrente de nosotras.- ¿Ya es oficial?.- preguntó acerca de nuestra relación.
- Ya casi...
- Te ves bien en blanco.- seguí burlándome.
Ey, si vamos a salvar el mundo otra vez, tengo que relajarme...y que mejor que burlándome de las desgracias de mis hermanos.
- Al fin apareciste.- comentó sonriendo un poco. Yo solo recargue mis manos en la mesa.
- ¿Como sabrías que vendría, yo?.- me señalé.
- Siempre haces una mierda así.- se inclinó para quedar al frente de nosotros.- Al único que me alegra ver es a Cinco.- le sonrió.
- ¿Dónde están los otros idiotas?.- pregunté seria.
- ¿No están contigo?.- preguntó confundido.
- ¿Los ves por aquí?. Exacto, no. Los tendremos que buscar.- así me recargue en la silla.
- ¿Cuánto tiempo llevas aquí?.- preguntó Cinco.
- Setenta y cinco días.- agachó la cabeza como estando avergonzado.- Aterricé en el callejón de Commerce...
- Y Knox - comentamos los tres al mismo tiempo.
-¿Y ustedes?.- preguntó viéndonos.
- Llegamos está mañana.- contestó Cinco por los dos.
- ¿Como me encontraron?.- preguntó cambiando de tema. Así que con una sonrisa burlona miré a Cinco para después sacar la nota del periódico.
- Página 16, "hombre trastornado loco con cuchillos fue arrestado en la puerta de 1026 de Beckley.- sonreí sarcástica para luego aventarle la hoja echa bolita en su cara.
- Es la casa de Lee Harvey Oswald.- se volvió a cruzar se brazos, al parecer era una rutina hacer eso.
- ¿Y me puedes explicar que mierda hacia ahí?.- bufé viendo como Diego mantenía su sonrisa.
- Digamos que, la policía de Dallas no quiso apoyarme en mi intento de impedir el asesinato de John F. Kennedy.- explicó molesto.
- Claro idiota, porque todavía no pasa.- le susurro Cinco de forma sarcástica.
- Bueno...pero no va a pasar la muerte de Kennedy.- negó con la cabeza viéndonos a la cara.- No conmigo aquí.
- Uf, creo que tus planes no van a dar un buen resultado estando aquí.- señalé el piso del psiquiátrico.
- Eso ya lo tengo resuelto. He estado limando los barrotes de mi cuarto.- nosotros lo vimos atentos.- Un día o dos y estaré fuera de aquí, luego voy a detener a Oswald y salvar al presidente. Si quieres pueden venir conmigo.- nos guiñó el ojo.
- Diego, creo que no es buena idea que digamos.- advirtió Cinco.
- No me digas que hacer.- bufó así que lo tomé de la camisa rápidamente.
- Escúchame con atención, pedazo de idiota porque solo te lo voy a repetir una vez.- susurré cerca de su rostro. Número Uno: Donde vuelva a escuchar que le hablas así a Cinco en tu perra vida, no volverás a liberar Dieguitos....- bajó la mirada a su entrepierna y luego me volvió a mirar tragando saliva.- Y segundo: No vas a hacer un carajo.- ordené para luego aventarlo a su silla.
- Bien, no vuelvo a hablarle así a Cinco, entendido. Y sobre lo de Kennedy....¿Por qué no?.- me preguntó luego de que se sentara correctamente en la silla.
- Porque tenemos que evitar otro apocalipsis.- contesté en un susurro para que los guardias no nos oyeran.
- No inventen, faltan como 60 años.- se inclino hacia adelante.
- Por eso te dijo que otro, imbécil, no es ese.- bufó Cinco hacia nuestro hermano, el menos inteligente.
- Al parecer nos siguió, lo vimos. Guerra nuclear, Diego. En diez días.- expliqué haciendo reír a la copia barata de Antonio Banderas.
- ¿Y el encerrado soy yo, he?.- se rió al no creernos nada. Solo pude apretar los puños para no matarlo ahí mismo.
- Diego, esto es serio.- murmuró Cinco molesto.
- Bien, les seguiré el juego. Apocalipsis malo.- se burló.- ¿Que lo causa?.
- Ammm...tal vez un idiota trastornado con complejo de héroe, que trató de salvar al presidente y lo cagó.- contesté sarcástica.
- ¿Estás diciendo que funcionó?. ¿Salve al presidente?.- solo negué con la cabeza, con mi poder atraje mentalmente a una enfermera para que pudiera inyectaron, mientras venía en camino solo me dediqué matar a mi hermano con la mirada.
- Ok, ok, te ayudaré.- Después de salvar a Kennedy, luego nos haces retroceder junto con Cinco unas décadas. También lo ocupamos. Para cortarle la garganta a Hitler.- explicó emocionado.
- Por eso no tienes amigos.- comenté viéndolo a la cara.- Pide un cerebro, yo te lo pago. -¿Sabes que? me arte hice una seña con mis dedos llamando la atención del enfermera que estaba manipulando.
- Mi hermano planea escaparse. Los barrotes de su cuarto fueron limados.- Cinco y Diego se levantaron al ver a los guardias acercarse tomando rápidamente a Dos.
- ¡Mierda de hermana!.- escupió molesto sintiendo como le colocaban nuevamente unas esposas.
- Mi hermano está muy enfermo. Encerio nos preocupamos por su salud y apreciamos la ayuda de ustedes hacia el.- así la enfermera le colocó la inyección.
- ¡No! ¡No! ¡La aguja! ¡No!.- gritó desesperado, pero fue inútil.
- _______, basta por favor.- pidió Cinco.
- Déjalo.- le ordenó a la enfermera, está parpadeó confundida mientras caminaba lejos de ahí. Los guardias se miraron con confusión al ver tal acto.- Te dejo para que lo piense mejor, hoy corriste con suerte pero no creas que así será siempre. Luego vengo por ti.- Diego asintió regularizando su respiración. Ocho tomó a Cinco de la mano y salieron de ahí.
Su debilidad....

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ᵀᴱ ᴱˣᵀᴿᴬÑÉ // ᶠᴵⱽᴱ ᴴ.
Fanfiction______ 𝐇𝐚𝐫𝐠𝐫𝐞𝐞𝐯𝐞𝐬, 𝐧ú𝐦𝐞𝐫𝐨 𝐎𝐜𝐡𝐨 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐀𝐜𝐚𝐝𝐞𝐦𝐢𝐚 𝐔𝐦𝐛𝐫𝐞𝐥𝐥𝐚, 𝐯𝐮𝐞𝐥𝐯𝐞 𝐜𝐨𝐧 𝐭𝐨𝐝𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐬𝐚𝐥𝐯𝐚𝐫 𝐬𝐮 𝐟𝐚𝐦𝐢𝐥𝐢𝐚 𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐭𝐨𝐝𝐨. ¿𝐋𝐨 𝐥𝐨𝐠𝐫𝐚𝐫á 𝐚ú𝐧 𝐜𝐨𝐧 𝐥𝐚𝐬 𝐞𝐬𝐭𝐮𝐩𝐢𝐝𝐞𝐜𝐞𝐬...