LA GRAN HISTORIA DE TU VIDA, HASTA QUE TE ENCUENTRAS EN SU FINAL.
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- Actúen con normalidad chicos. Todo resultará bien, vienen conmigo... Estos son los verdaderos guardianes, lo mejor de lo mejor.- Cinco y yo subimos las escaleras junto con nuestro compañero de charla motivacional, el cual nos había invitado a algo más avanzado.
El lugar parecía ser un ambiente más sofisticado. Las personas lucían más serias y rígidas, y que decir de sus vestimentas. Recorrí el lugar hasta llegar a un grupo de personas que rodeaban a una mujer de cabello largo y vestido rojo, era Lila.
- Con permiso Larry.- tomé a mi esposo de la mano y juntos empezamos a caminar hacia Lila.
- ¿A dónde vamos preciosa?.- me preguntó Cinco tomándome de la cintura a lo que sonreí un poco. Sabía lo nerviosa que me ponía pero también lo mucho que me gustaba.
- A checar algunos detallitos...- contesté al estar casi cerca de Lila.- Con que esto es el club de lectura.- murmuré pasando a su lado a lo que ella disimuló al verme.
- ¿Me disculpan un segundito?.- este se alejó de aquellas personas para poder acercarse a nosotros.- Si me descubren, les arranco esas estúpidas manos con anillos de compromiso.
- ¿Qué carajos traes con nuestros anillos? Pareciera que te molesta que estemos casados.- asentí levemente al estar de acuerdo con Cinco.
Lila ha estado más raro de lo normal.
- Tu harás que nos descubran.- escupí seriamente.
- ¿Qué con esos disfraces?...- nos señaló.- El rubio te sientas bien, he de admitir.- halagó mi peluca para después mirar a Cinco.- Pero tú, ¿Que se supone que eres? Un tipo de asesino griego ¿O qué? Tu bigote es tan raro.- admitió burlonamente.
- Es pelo de caballo de primera, ten más respeto. La verdadera pregunta es, ¿Qué haces aquí, Nancy?.- le preguntó mi esposo al haber leído el pequeño gafete que Lila traía consigo.
- Digamos que la transición de ser asesina a ser ama de casa, esposa de un panzón y madre de tres niños no es nada fácil...- explicó mientras nos colocaba nuestros gafetes con nuestros nombres falsos, los cuales Cinco ya había escrito.- Tu más que nadie me debe de comprender, de seguro por eso también estás aquí.- asentí levemente.- Necesitaba salir de casa, ví un anuncio y aproveché. Aquí no están tan locos.
- Tomen asiento por favor.- de repente escuchamos la voz de Larry.- La presentación está por comenzar.
- Vamos.
Los tres no tardamos en tomar asiento al ver cómo una mujer y un hombre entraban a la sala, ambos venían vestidos en conjunto y específicamente la mujer traía una sonrisa de oreja a oreja.
