Rosé y yo +18 (Blackpink)

El Principio

Como explicarlo. El día que todo comenzó. Lo recuerdo como si fuera ayer, pero como un sueño.

Ella, una idol, integrante de un famoso grupo de k-pop y yo, una simple trabajadora, que las seguía a todos lados. Era parte del staff seguridad de las chicas.

Creo que fue en uno de los eventos con los fans que nos acercamos más. Rosé comenzó a recibir coqueteos de una fan, yo la observaba hasta que se volvió a mí con una mirada extraña. Ahí supe que todo sería diferente.

Ya debíamos irnos. Tomamos la van, quedaban pocos espacios, Jisoo iba atrás junto a Lisa y Jennie quiso irse encima de esta última. La productora tomó el asiento de la ventana y yo subí al fondo detrás del conductor. No quedaban más asientos. Venía Rosé. Me miró y me preguntó si podía irse encima mío, le dije que sí.

Íbamos camino a la Pink House. Ellas vivían ahí, junto con todo el equipo de producción y grabación, que filmaba cada paso de las pinks. Todos nosotros nos quedábamos en una casa más pequeña, pero en el mismo terreno.

Rosé estaba conversando con Jisoo, comentándole lo que le había dicho aquella fan. Sentí que intentaba darme celos. Jisoo solo iba jugando en su teléfono, respondiéndole de vez en cuando. De repente comenzó a mirarme y se acomodó, aún encima mío. Yo no podía más, sentía que mis hormonas estaban jugándome en contra.

¿Qué opinas? - dijo ella.

¿De qué? - dije.

De lo que dijo esa fan, ¿soy bonita? - dijo.

Por supuesto que lo eres - se me salió - eres hermosa - confesé sin darme cuenta.

Rosé se sonrojó, pero eso no evitó que siguiera moviéndose encima mío.

¿En serio lo crees? - preguntó.

Sí - respondí un poco complicada por la situación.

¿Y por qué nunca me lo habías dicho? - preguntó molesta.

Nunca me lo habías preguntado - respondí rápidamente.

Venía un túnel en el camino, todo se ennegreció más de lo que la noche ya oscurecía. Jisoo y la productora ya iban durmiendo. Escuchamos un quejido de placer desde la parte de atrás.

Jenlisa - me susurró Rosé al oído. Reí.

Rosé se acomodó para quedar con su rostro frente a mí. Nos miramos por un minuto y me besó. Mientras lo hacía comenzó a mover sus caderas. Se frotaba mientras soltaba respiraciones rápidas. Yo ya no podía contenerme, me tenía totalmente a su merced y por lo que sentí debajo de su falda, ella también. De un momento a otro quitó mis manos curiosas y dejó de besarme.

Aquí no, nos pueden ver - dijo. Salimos del túnel, todo volvía a la normalidad. Rió mientras yo tragaba grueso por la excitación del momento, mi entrepierna estaba en llamas.

Llegamos a la Pink House y fuimos las últimas en bajar.

Quédate a dormir conmigo hoy - me pidió Rosé.

Pero... - balbuceé. Se acercó a mi oído.

Quiero que te quedes esta noche - susurró.

Las demás la esperaban mirándola de lejos. Sabían lo que se tramaba, Rosé ya les había contado de sus planes, así que miraban orgullosas desde la puerta de la casa.

Está bien, pero nadie puede enterarse o me matarán - dije.

Solo las chicas - dijo arrancando de mí a la entrada donde estaban las pinks.

Bacilé por un segundo, pero sabía que ellas podrían guardar el secreto, de todas formas, las cuatro no habían dicho nada del Jenlisa y era real.

Entré directo a la cocina, Jennie ya estaba preparando la cena junto a Jisoo. Lisa estaba tirada en un sillón refunfuñándole a Jennie que no le prestaba atención. Jennie con su típico eye roll sin prestarle mucha atención continuaba con su cometido en la cocina. Solo esperaba que Jisoo no le dijera ''not bad, but not good''. Rosé había subido a su habitación, así que me senté a la par de Lisa.