Renuncio

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Caminé hasta la habitación de la productora y toqué su puerta.

Renuncio - le dije. Ella miró mi labio roto y me hizo pasar.

¿Cómo que renuncias? ¿por qué? - me preguntó atónita.

No puedo seguir cuidando a las chicas sabiendo que Rosé está con otro, es demasiado doloroso y se presta para muchos malentendidos - le dije - prefiero renunciar a ella y a todo. Quiero que sea feliz.

La productora me veía con la boca abierta.

No puedes, no voy a aceptar tu renuncia, aún te quedan 6 meses por contrato - me dijo levantándose de su asiento, enojada.

No me importa, pagaré lo que tenga que pagar, pero ya no puedo seguir con ustedes - le dije levantándome para marcharme.

Entré a mi habitación, saqué mi ropa y me metí a la ducha. Salí me sequé y puse un jeans negro y una polera blanca. Tomé mis lentes de sol de la mesa de entrada y bajé a la terraza del hotel.

Un pisco sour catedral - le dije al mesero. Me miró raro, pero asintió. Eran las 10 am. Los rayos del sol chocaban en mi cabeza. El clima estaba agradable.

El mesero llegó con mi pedido y unas aceitunas rellenas.

Gracias - le dije, y se marchó.

Las chicas me vieron desde las mesas del comedor del hotel, estaban desayunando. Lisa se acercó a mí.

¿Estás bebiendo? ¿y a esta hora? - me preguntó sorprendida.

Estoy cesante, así que disfrutaré mi último día aquí - le dije sonriendo muy calmada, tomando un sorbo de mi copa. Lisa abrió los ojos y la boca. Salió corriendo a la mesa con las chicas.

La productora venía bajando. Rosé estaba a punto de pararse enfurecida para ir donde mí. La productora la detuvo.

Solo tú puedes retenerla - le dijo - por favor haz lo que tengas que hacer.

Rosé caminó hacia la terraza donde yo estaba. Me dio otra cachetada, más fuerte que la anterior. Mis lentes salieron volando.

¡Rosé! - gritaron todas desde adentro. La productora se tomaba la cabeza. Sabía que ya la habían cagado y no habría vuelta atrás.

Así que te vas - me dijo Rosé sentándose, aun furiosa.

Adelante, asiento - le dije irónicamente.

No vengas a tratarme así - me desafió parándose - si quieres, puedes irte, solo vengo a despedirme. Buen viaje - me dijo y se marchó.

Las chicas hablaron algo con la productora y después subieron a la habitación para buscar a Rosé, yo me quedé ahí mismo pidiendo más copas de pisco sour.

La productora vino hacia mí.

Esta bien, acepto tu renuncia - dijo rendida - pero hazme un último favor. Las chicas deben ir a una sesión de fotos, no tengo a nadie más, ¿podrías cuidarlas? - Asentí.

Deben salir ahora mismo - me dijo. Dejé mi copa y me fui a la van.

Las chicas se subieron y sentaron. Rosé iba con los ojos rojos. Había estado llorando. Yo también iba triste, pero el alcohol me ayudaba a esconderlo. Fui todo el camino mirando mi celular. Rosé no paraba de mirarme.

La van se detuvo en un estacionamiento subterráneo. Bajé y ayudé a la productora, Jisoo, Jennie y Lisa a bajar también. Rosé se estaba parando para bajar, cuando sentí un empujón que me tiró al suelo de la van. Todas me habían empujado. Sentí como cerraron la puerta con pestillo por fuera.

Hasta que no se arreglen no saldrán de ahí, aunque pase un mes - se escuchó a través de los vidrios, era la productora - no permitiré que mi mejor guardia se vaya por un mal entendido.

Rosé se volvió a sentar y yo me senté sobando mi codo.

¿Sabías de esto? - le pregunté.

¿De verdad crees que quisiera estar contigo a solas en este momento? - respondió enojada.

Me levanté rápido a golpear la ventana.

¡Por favor déjenme salir! la decisión ya está tomada, no hay vuelta atrás - gritaba a la productora, quien no respondía.

Las cuatro de afuera estaban sentadas en una pequeña acera, esperando y suplicando porque funcionara su improvisado plan. Habían mandado al chofer a una cafetería para que no molestara.

La productora se paró y nos gritó:

Les tengo un trato - dijo - el asunto de los novios solo será por 3 meses más y solo irán a lugares públicos donde puedan fotografiarlas, sin tener contacto físico, solo para las fotos. Después de eso podrán sacar su relación al mundo - continuó.

Rosé abrió los ojos. Era un buen trato, pero lo nuestro ya estaba manchado por la foto de Jessi.

La productora volvió a sentarse con las chicas.

Deberías aceptar el trato, así puedes abrir tu próxima relación - le dije. Ella me miró y lágrimas cayeron por su cara.

Se lanzó a mis brazos.

¿De verdad quieres que esté con otra persona? - lloró en mi hombro. No le dije nada.

No me dejes - me dijo mirándome con lágrimas cayendo por sus mejillas. Mi corazón estaba partiéndose, pero mi ego no me dejaba expresar palabras con mi boca. Tragué grueso.

Nunca te dejaría - le dije con los ojos empapados. La abracé y besé su cabeza.

Después de un rato nos tranquilizamos y le conté como había sido todo con Jessi. Rosé le envió un mensaje a Jennie diciéndole que ya estábamos bien y que nos dejara salir.

Aún no se consuma, decía un mensaje de vuelta.

Quieren que cojamos - se le escapó a Rosé un poco impresionada.

Manos a la obra - le respondí.

La van comenzó a moverse. Las chicas entendieron, la productora sonrió y salió del estacionamiento hacia la cafetería con alivio.

Después de 35 minutos la van ya estaba quieta. Jisoo abrió la puerta.

Uufff aquí sí huele a sexo - dijo bromeando. Con Rosé nos sonrojamos. Todas subimos a la van y fuimos de vuelta al hotel. Claramente la sesión de fotos era una mentira planeada entre la productora, Jennie, Lisa y Jisoo.

Llegamos y subimos todas a cambiarnos para bajar a la piscina.

Rosé y yo +18 (Blackpink)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora