Ser humano es un estado que requiere un poco de anestesia

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Despertamos a la mañana siguiente con la luz del sol.

¿Salimos a desayunar? - me preguntó Rosé sonriendo. Asentí. Me dolía el cuerpo, creo que por el estrés del secuestro y después el candente sexo con Rosé, así que era una buena idea relajarnos afuera.

Nos bañamos y vestimos para salir. Condujimos hasta un restaurante que servía los mejores brunches.

A Rosé le brillaron los ojos cuando llegó la comida. Huevos, tocino, aguacate, salchichas, pasteles, y más, estaba feliz y a mí me hacía feliz verla así. Comimos y al salir había una pared de paparazzis. Flashes iban y venían. Agarré la mano de Rosé y la guié por el mar de gente. Giré para verla y un maldito estúpido estaba intentando sacarle fotos por debajo de la falda.

¡Maldito infeliz! - grité volviéndome hacia él. Mi visión se volvió completamente roja de pura rabia. Con una mano lo agarré por el cuello.

No lo golpees - me pidió asustada Rosé agarrando mi otro brazo - por favor.

La miré y solté al tipo, pero sin antes botarle la cámara al suelo y la hacerla trizas.

¡Mi cámara! - gritó enojado.

Aprende a respetar a las mujeres idiota - le dije y recogí la memoria, que no se había roto.

Salimos de ahí, mientras los otros paparazzis sujetaban al tipo que quería perseguirme para golpearme.

Maldito idiota - dije furiosa en el auto. Lo puse en marcha y aceleré.

Cariño, tranquilízate, vamos a chocar - me dijo Rosé angustiada. Paré el auto en la berma de la carretera.

No puedo manejar, estoy demasiado enojada - le dije pidiéndole a ella que manejara.

Llegamos al edificio del penthouse y subimos.

Cariño, ¿sigues enojada? - me preguntó Rosé.

No puedo quitármelo de la mente - le respondí agarrando mi cabeza desde el sillón.

Toma - dijo Rosé acercando una copa de vino - y cálmate, ya pasó, tú tienes las fotos amor.

Lo sé, pero ¿qué hubiera pasado si no estaba contigo?, ¿si hubieras estado sola? - le respondí. Mi cabeza me carcomía.

Pero no lo estaba, estaba contigo y siempre te tendré para que me cuides - me dijo cariñosamente, pero mi cabeza no dejaba de dar vueltas. Tomé el vino de un trago y me paré para caminar en círculos dando vueltas en la sala. Rosé se preocupó y llamó a Jennie.

Está fuera de control, no puedo hacer nada, ven por favor Jennie - le dijo a través de su celular. Yo estaba tan metida en mis pensamientos que no me di cuenta.

Saqué la memoria de mi pantalón y fui a ponerla en el notebook.

Aquí debe haber información para encontrar a ese desgraciado - murmure. Comencé a ver las fotos, se veía el trasero de Rosé en algunas fotos, y en otras salía el tipo con su familia en su casa - lo tengo - dije viendo una foto del frontis de su casa con el número.

Me levanté para salir, abrí la puerta y ahí esta a Jennie. Me agarró por el cuello y no me dejó salir.

Jennie suéltame o te haré daño - le dije agarrando su mano que aún estaba alrededor de mi cuello. Comencé a apretar su muñeca. Jennie se quejó y me soltó.

Cariño, basta, por favor, contrólate - me pidió Rosé agarrando mi cara.

Lo voy a matar - le dije mirándola fijamente a los ojos.

No estás en tus cabales, mírate, tiene los ojos inyectados - dijo Rosé ya comenzando a llorar. En eso apareció Lisa. Yo ya estaba caminando hacia la puerta.

Campeona ¿a dónde vas? - dijo reteniéndome. La empujé hacia un lado, pero en eso apareció Byul y me dió un golpe en el estómago. Jisoo salió atrás de ella e intentó amarrarme mientras me sobaba, pero fui más rápida y la esquivé.

No saldrás de este penthouse - dijo Jennie apuntándome con una pistola. Quedé en shock. Intenté correr hacia ella, pero disparó antes que pudiera alcanzarla. Sentí un choque eléctrico y caí al suelo inconsciente. Era una pistola de electroshock.

Desperté en el cuarto, con un catéter que conectaba mi vena a un suero. Miré alrededor y vi a Rosé con lágrimas en sus ojos.

¿Por qué no me dijiste? - me preguntó llorando - ¿¡por qué no me dijiste que estabas consumiendo drogas!?.

La miré con vergüenza, el efecto se me había pasado lamentablemente gracias al suero, y me sentía totalmente expuesta.

¿Desde cuándo lo haces? - me preguntó. Jennie estaba en la pieza.

No sacas nada con mentir, un médico vino a hacerte exámenes de sangre - dijo Jennie - sabemos que estas consumiendo hace un tiempo. Encontramos todas tus drogas esparcidas por tus ropas.

¿Desde cuándo que consumes? - me volvió a preguntar Rosé agarrando el cuello de mi camisa, pero sin fuerzas.

Desde que terminaste conmigo - le confesé - desde ese día en el hotel.

Por eso estabas tan errática - dijo Jennie sacando conclusiones.

Yo estaba pagando tus drogas, ¿fui yo... te empujé a ...? - balbuceó Rosé.

Claro que no amor, fui yo y mis ganas de morir - dije sentándome en la cama y quitándome la aguja de mi mano. Un chorro de sangre salió, lo lamí con mi boca - después de eso no pude parar.

Por supuesto que fue solo ella, ¿cómo ibas a saber que estaba usando ese dinero para estar esnifando? - dijo Jennie enojada.

Perdón cariño - le dije acercándome a ella y agarrando su cara - no supe como salir.

Irás a rehabilitación, ya está todo listo, te vas ahora - dijo Jennie. La miré con sorpresa.

¿Qué?, ¿Rosie? - le pregunté mirándola. Ella no me miró, seguía llorando - Rosie, no dejes que me alejen...

¡Tú te has alejado sola! - gritó Jennie muy seria - volverás cuando estés completamente recuperada.

Jennie salió de la pieza para llamar a dos tipos.

Rosie, no hagas esto - le pedí. Ella puso una mano en mi corazón y la otra en mi mejilla. Me besó la boca. Lágrimas caían por su rostro.

Los tipos entraron y me agarraron de los brazos y hombros. En un rápido movimiento me di la vuelta y me zafé de ellos. Volvieron a intentar agarrarme y estuvimos forcejeando hasta que golpeé al tipo más delgado en su cara, lo que lo hizo caer al piso. Miré al tipo más alto y le di una patada en el estómago y cayó junto a su compañero.

¡Basta por favor! - gritó Rosé aún llorando y cayendo de rodillas al suelo. Me agaché junto a ella.

Amor... - le dije.

Hazlo por mí - me suplicó - vuelve limpia para que podamos comenzar una familia.

Siento defraudarte tanto Rosie - le dije con tristeza. La miré con lágrimas en mis ojos y me levanté. Los tipos también se pusieron de pie.

Iré sola - les dije - no más peleas - agregué. Me volví hacia Rosé.

¿Recuerdas cuando cortaste conmigo y te dije que jamás te perdonaría? - le pregunté, ella me miró atónita - bueno... sí te perdoné, pero estás son las consecuencias de ese perdón, ser humano es un estado que requiere un poco de anestesia.

Salí con los tipos del centro de rehabilitación, claro, todo a escondidas de la prensa.

Rosé y yo +18 (Blackpink)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora