Rosé y yo +18 (Blackpink)

Poner sensores no es buena idea

Terminé mi cerveza y entré a la Pink House directo a mi cuarto.

No tenía ropa de cambio, así que me acosté con la misma encima de la cama y caí dormida al instante.

En la madrugada y cuando aún estaba todo oscuro sentí a alguien encima mío. Era Rosé, había bajado mis pantalones y podía sentir todo su desnudo fruto contra el mío.

Aaaahhh amor - le jadeé - no sabes cuanto te extrañé - le dije agarrando sus pechos por debajo de su pijama.

Cógeme - me gimió - y no hagas ruido.

Intenté darle besos, pero no me lo permitió. Así estuvimos un rato hasta que logramos corrernos juntas. Rosé se levantó y estaba lista para irse hasta que la agarré del brazo.

Hey ¿dónde vas? - le pregunté.

A dormir con Lea - me respondió.

Quédate un rato y vamos ambas con Lea - le dije.

No, quiero dormir sola con ella - me respondió.

Rosie... - le dije un poco dolida - no hagas esto.

Me voy - dijo fríamente levantándose sin nada puesto de la cintura para abajo. Fui tras ella y la agarré del brazo volteándola para besarla en la boca.

No te irás hasta que arregles las cosas conmigo - le respondí tirándola a la cama y lanzándome sobre ella. Abrí sus piernas y puse agresivamente mi fruto sobre el de ella.

Aaaaah duele - se quejó, lo que hizo que me excitara aún más. Apoyé mi clítoris sobre el suyo, podía sentir lo tibio que estaba.

¿Me sientes? - le pregunté.

Sí - jadeó enterrando sus uñas en mi espalda.

¿Sientes lo dura que está? - volví a preguntar.

Sí amor - volvió a responder, pero ahora con un tono cariñoso. Comencé a darle estocadas sin parar.

Te amo Rosie, no puedo vivir ni un segundo sin ti - le jadeé mientras besaba su boca. Creo que eso la excitó más, porque en ese mismo instante acabó con un orgásmico grito. La miré perpleja.

¿Qué? - preguntó avergonzada.

No pensé que mis te amo aún te hacían acabar - le contesté riendo un poco para mis adentros.

¿No terminaste? - preguntó cambiando el tema. Negué con la cabeza, así que comenzó a tocarme un poco.

Oooh Rosie - le susurré en el oído.

Después de unos minutos ya estaba lista para terminar.

Me voy a venir - le avisé.

Acaba encima de mi, quiero que me sientas - me dijo quitando su mano y abriendo un poco más sus piernas. Le hice caso y terminé corriéndome en su fruto.

Amo esto - le jadeé con los ojos cerrados, estaba exhausta. Me tiré a su lado. Después de unos segundos Rosé se levantó y caminó hasta la puerta, pero se detuvo un momento.

¿Vienes? - preguntó girando su cara hacia mi y sacando su trasero para que se lo viera.

Que mala eres - le dije riendo. La seguí y nos fuimos al cuarto de ella a donde estaba Lea. Nos acostamos junto a la pequeña sin hacer ruido y nos dormimos por unos minutos hasta que sonó una alarma.

¿Por qué pusiste el despertador? - le pregunté a Rosé refregando mis ojos.

Viene la maestra de Lea - me respondió tomando su celular.