Rosé y yo +18 (Blackpink)

Las anticonceptivas

Cariño, ¿estás bien? - le pregunté preocupada. Bajé su vestido y la afirmé contra mi cuerpo para que no cayera al suelo.

Sí, solo me bajó el azúcar, no te preocupes - me respondió intentando soltarse de mí - vamos, necesito un jugo o algo que me dé energía - agregó sonriendo.

Quedé preocupada. Subí mi cierre y salimos junto con las demás chicas del set para comer algo.

¿No deberíamos quitarnos esta ropa antes? - le pregunté a Rosé mientras sacábamos comida.

Es un regalo de Anthony - me respondió sonriendo. La miré sorprendida - por cierto cariño, no te pude hacer venir.

Lo sé, me dejaste los ovarios azules - le respondí riendo.

Vamos a casa, pero antes déjame hacer una llamada - me dijo. Asentí con duda. Se alejó un momento y al volver nos despedimos de todas las chicas del set y les dimos las gracias. Salimos directo al auto rumbo al penthouse.

Unos minutos después, llegamos y abrimos la puerta. Estaban las chicas adentro preparando la cena.

¿Cómo les fue? - preguntó Jisoo emocionada.

Bien - respondí sin darle importancia y sentándome en el sillón de la sala.

Uuuuf que comunicativa - se quejó Jisoo. Me reí junto con las demás chicas. Rosé se acercó a Jennie, quien estaba en la cocina y hablaron algo en secreto. Las miré con sospecha. La situación ya me estaba preocupando y mi cabeza estaba pensando lo peor.

Acá viene el alcohol - dijo Lisa acercándose con vasos de vino blanco. Tomé mi copa de un sorbo y me fui a la recámara a cambiarme. Las chicas me miraron con extrañeza.

Antes de que pudiera hacer cualquier cosa, Rosé me agarró del brazo.

Cariño ¿estás bien? - preguntó agarrando mi brazo.

No sé, dímelo tú - le respondí.

¿A qué te refieres? - me preguntó preocupada.

A tu "baja de azúcar" y la llamada después de eso ...y ahora llegas directo a hablar con Jennie - le respondí enojada.

Cariño, no es nada, solo cambié de pastillas anticonceptivas y... - me estaba respondiendo, pero no la dejé continuar.

Oh por dios, ¡me engañas! - le dije en shock agarrando mi cabeza.

¿Qué?, cariño... - Rosé intentaba hablarme.

¿Para qué más necesitarías pastillas anticonceptivas? - le dije aún en shock sin ponerle atención - oh por dios - agregué agachándome y con asco en mi garganta.

Cariño cálmate, no es lo que estás pensando, escúchame... - me decía Rosé. En eso entró Jennie.

¿Qué son esos gritos? - preguntó. Al verme en el piso con las manos en mi cabeza se preocupó - ¿qué pasa?.

Le conté lo de las pastillas y piensa que la engaño - le respondió Rosé - no he podido explicarle que...

Tengo que irme - dije parándome exaltada.

No, cariño, espera - me dijo Rosé mientras intentaba retenerme, pero yo le quitaba las manos de encima.

Al no poder detenerme, Jennie me dio un puñetazo en la entrepierna que me tiró directo al suelo. Rosé se agachó para revisarme. Yo me retorcía de dolor, no podía quitar mis manos de mi fruto.

Lo siento Rosie, no vi otra opción para que no se marchara - le dijo Jennie mirándola y se volvió a mí - ¿¡Te estás drogando de nuevo o qué!?, ¡de aquí no te mueves! - gritó - las mujeres toman anticonceptivos todo el tiempo y no solo para no embarazarse, tonta, que tú no tomes no te da el derecho de comportarte como una troglodita - volvió a retarme Jennie.