Contratiempos

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3 meses después.

Ya habíamos vuelto a Seoul. El tiempo pasó volando. Jennie y Rosé debieron salir con los tipos esos, pero la productora cumplió y solo los fotografiaban en el mismo lugar, pero sin contacto físico.

Igual me sentía celosa, solo quería a Rosé para mí, pero me comporté y la relación se fue fortaleciendo.

Ya pasó el tiempo que nos pidió la productora y tú te has portado de lo más bien - me escribió Rosé al teléfono - te tengo una sorpresa, ve a estar dirección a las 5 pm.

Yo estaba fuera de la casa comprando víveres para las chicas. No entendí mucho pero acepté. Pasé a dejar las compras a la casa, Rosé no estaba. Lisa se acercó y me entregó una llave con un número 12 en ella.

Rosé me dijo que te pasara esto, no sé qué será, quizás te compró una casa - me dijo riendo. Se las recibí y miré la hora. Ya eran las 4.45pm. Volví a subir al auto corriendo. Puse la dirección en waze.

Llegué. Era un motel. ¿Para qué me traería a un motel si tenemos cuarto? pensé.

Busqué la habitación 12, hasta que la encontré, metí la llave y entré. Estaban Rosé y Nayeon sentadas en una cama y vestidas como en la serie de kakegurui. Quedé un poco sorprendida. Cerré la puerta.

¿Qué es esto? - pregunté a Rosé.

Tu recompensa - dijo sacando mi polerón.

Pero... - no pude terminar.

Shhhh - me sentó en la cama. Nayeon se puso atrás masajeándome los hombros. Me dieron un vaso con alcohol puro. Me lo tomé al seco.

Ponte más arriba - me dijo Rosé. Le hice caso y apoyé mi espalda en el respaldo de la cama. Comenzó a desabrochar mi cinturón. Nayeon estaba hincada a su lado, mirando mi pantalón como si tuviera un dulce esperando por ella. Rosé bajó mis pantalones y todo lo demás. Se miraron y se besaron. Quedé en shock. Me agradaba la imagen, pero jamás lo hubiese imaginado.

Dejaron de besarse, Nayeon subió mi camisa y ambas bajaron su cabeza. No lo podía creer, las dos estaban lamiendo mi fruto a la vez. Veía cómo sus lenguas jugaban en mi clítoris y cómo chocaban entre ellas. Después de un rato agarré ambas cabezas, las presioné hacia mi pelvis y me corrí en sus bocas.

Nayeon se paró, fue al baño y se marchó.

Aún no podía creer lo que había pasado.

¿Qué fue eso? - le pregunté a Rosé, aun jadeando.

Ya te dije - dijo ella - tu premio por ser tan buena novia estos meses. Eso sí, no iba a dejar que te la cogieras, así que no esperes más - agregó con una sonrisa.

Solo quiero cogerte a ti - le dije tirándome sobre ella. Rosé agarró el strapon de la mesa de velador.

Póntelo - me dijo.

¿Y si te vuelvo a dañar? - le pregunté.

Tranquila, no pasará nada - me respondió.

Me lo puse, Rosé comenzó a ponerle lubricante. Me monté sobre ella. Puse el strapon en su entrada y lo introduje de a poco. Ella comenzó a gemir y yo a darle embestidas cada vez más rápido.

Aaaah Rosé - le jadeé - me tienes loca.

Rosé me besaba y gemía entremedio. Al rato llegó al orgasmo en medio de mis besos.

La giré con fuerza y puse una almohada en su vientre.

Te has portado muy muy mal - le dije pervertidamente. Le di una palmada. Rosé gimió.

Acabo de venirme, no... - me suplicó excitada. Sabía que lo quería. Me apoyé sobre su espalda y le susurré al oído.

¿Segura que no quieres? - pregunté.

Negó con su cabeza a espaldas de mí.

Solo ten cuidado - me dijo, dándome una media mirada hacia atrás. Pude notar que su mejilla estaba sonrojada.

Tranquila, no me voy a equivocar de cavidad - le dije riendo. Ella rió. Subí su ropa para apreciar su delicada columna. Asomé el strap en la entrada de su fruto. Lo metí sin delicadeza. Rosé pegó un grito de placer.

Comencé a mover mis caderas hacia adelante y hacia atrás.

Que rico - gemía - aaaah mmmhmm.

Pasó un rato y Rosé me pidió que parara.

Quiero tus dedos ...quiero venirme en tus manos - me suplicó. Le di la última embestida y me saqué el juguete.

Metí mis dedos mientras los empujaba con mi pelvis. Con la otra mano apretaba su trasero. No quería parar de hacerla mía.

Mmmmhhh - gimió - te amoooo mmmmhmm. Sonreí.

Se corrió entre varios gritos entrecortados. Me quité de encima y ella se subió arriba mío.

Comenzó a mover sus caderas. Yo estaba en las nubes. Agarré sus pechos y comencé a apretarlos con suavidad. Me quitó las manos y se acercó a mi cara.

Acaba para mí - me dijo mientras aumentaba el movimiento.

Rosé... - le gemí con los ojos rojos de calentura.

Te la siento dura mmmhm - me dijo agarrando toda mi mandíbula con su mano. Comenzó a fingir pequeños gemidos de sufrimiento, como una muñequita de anime. No aguanté. Me vine con ella afirmando mi cara para que no dejara de verla a los ojos. Rosé cayó rendida a mi lado. Nos quedamos dormidas.

Despertamos con un sonido de celular. Era el mío.

¿Aló? - pregunté mientras Rosé se levantaba y se vestía. Yo le sonreía. Mi sonrisa se borró cuando escuché un:

La productora tuvo un accidente en el océano, está inconsciente en el hospital - dijo Lisa a través de del teléfono.

¿Qué pasó? - me dijo preocupada Rosé.

La productora... - le expliqué lo que sabía y tomamos todo y nos fuimos rápidamente al hospital.

Al llegar.

Ya despertó y está bien, pero no recuerda nada - me dijo Jennie. Las dos nos miramos sabiendo lo que eso significaba. Nuestro trato quedaba en blanco.

¡Maldición! - golpeé la muralla. Rosé me miró preocupada.

Tu mano... - dijo. Estaba sangrando.

¡A la mierda! - dije y salí del hospital, tomé el auto de Rosé y conduje a dónde me llevara el camino. Pasé por una botillería y compré una botella de pisco. Me detuve en una autopista vacía. Bajé del auto y me tomé la mitad de la botella. La tapé y la tiré lejos.

Mi celular sonaba. Tenía más de 30 llamadas perdidas de las chicas. Le contesté a Rosé.

Yo sé que es difícil, solo hay que esperar un poco más - me dijo a través del micrófono.

Está bien - notó mi voz borracha.

¿Dónde estás? - preguntó entre enojada y preocupada.

Engg una carreterah, no se dond.. jaja - le respondí.

Envíame tu ubicación y no te muevas de ahí - me exigió.

Ya estaba oscureciendo. Me senté en el capó del auto a ver los colores del cielo.

Llegó Rosé. Jennie venía manejando, dejó a Rosé, me dio una mirada del terror y se marchó.

No puedes tener estos arrebatos - me dijo con los ojos tristes - podría pasarte algo, no puedo vivir así. Tu trabajo es lo suficientemente peligroso como para que tu misma te pongas en estas situaciones.

Tienes razón - le dije - pero me supera todo eso. Te amo y quiero que todos lo sepan. Perdón.

Ella me besó suavemente. Subimos al auto y nos pusimos en marcha.

Rosé y yo +18 (Blackpink)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora