Rosé y yo +18 (Blackpink)

El plan

¿Dónde estás cariño? - me preguntó Rosé por el teléfono.

En el baño, escondiéndome de la productora - le respondí.

Vente, ya nos vamos, iremos a comer con Jennie a la casa - me dijo.

Voy - le respondí y corté.

Nos fuimos en el auto de Rosé. Llegamos al apartamento, subimos y pedimos comida.

Deberás hacerlo - me dijo Rosé cuando terminamos de comer.

No lo haré - le respondí.

Debes hacerlo - dijo Jennie. Ambas la miramos con asombro - ¿qué? creo que esta vez lo tenemos mejor planeado.

Antes muerta - les dije convencida. Rosé miró a Jennie.

Cariño, nadie dice que lo disfrutes - dijo Rosé levantándose y haciéndome masajes en los hombros.

Solo debes hacerlo para que tengamos las pruebas - agregó Jennie subiéndose a mi regazo.

Jennie, no... - estaba diciéndole, pero agarró mi mentón con agresividad. Rosé bajó mi cierre y metió su mano bajo mi ropa interior.

No hagan esto de nuevo - les jadeé recordando lo que habían hecho esa vez en la clínica.

Tú harás lo que nosotras te digamos - dijo Jennie sin soltar mi mandíbula. Rosé comenzó a frotar mi fruto con sus dedos.

Harás esto cariño - me susurró Rosé al oído.

¿Lo harás? - me preguntó Jennie soltándome y bajando un poco su camisa para dejarme ver sus hombros. Me quedé callada.

Está dura, mira Jennie - le dijo Rosé.

No, esperen... - les pedí, pero no me hicieron caso, Jennie bajó su mano y la metió dentro de mi ropa interior. Ambas comenzaron a manosearme.

Que mojada que estás - dijo Jennie - ¿te vas a correr para nosotras? - preguntó provocándome.

¿Vas a seguir nuestro plan? - me preguntó Rosé. La miré asintiendo. Estaba a punto de correrme. Rosé le dio una indicación a Jennie y esta sacó su mano, se levantó y se marchó. Rosé quitó sus bragas y se montó sobre mí.

La tomé en brazos y la llevé al cuarto.

Te amo Rosé - le dije mientras la tenía abajo de mí, dándole estocadas - no quiero perderte de nuevo.

Hazme tuya amor - me respondió envolviéndome con sus brazos. Terminamos de hacer el amor y nos acostamos a dormir.

Desperté al otro día sintiéndome un poco triste. Me senté en la cama y di un largo suspiro.

¿Qué pasa cariño? - me preguntó Rosé abrazándome por la espalda.

Solo... quiero que estemos tranquilas - le respondí.

Yo también cariño, solo pienso en eso cada día - me dijo - es lo que más quiero.

Rosé comenzó a besarme por el cuello.

¿Me quieres provocar? - le pregunté riendo.

¿Acaso eso no pasa aunque no haga nada? - rió Rosé - ¿cómo está mi Posie? ¿Aún te duele? - me preguntó tocando mi fruto.

Un poco, anoche tuvo mucho roce - le dije riendo. Rosé también rió.

Bueno, quizás debamos dejarla en paz por un tiempo - me respondió jugando. La miré frunciendo el ceño. Rosé rió.

Se timos bulla afuera en la cocina.

Creí que la idea de irnos de la Pink House era para estar solas - reí. La verdad era que me hacía muy feliz tener a las chicas cerca.