Rosé y yo +18 (Blackpink)

Los Manobal

Ya estaban todas en la sala. Tomé a Lea en brazos mientras me acercaba a Lisa.

Tengo una duda ¿por qué tus padres llaman a Jennie y no a ti? - le pregunté en voz baja.

Mi madre se lleva muy bien con ella, supongo que es la debilidad de las Manobal, incluso habla más con mis primas que yo - me respondió encogiéndose de hombros. Yo reí y Rosé me miró raro.

Que celosa es la Ardilla, ni siquiera te permite reír con otras - volvió a murmurarme Lisa.

Supongo que tus encantos me tienen tan maravillada que ella lo nota - reí. Lisa me dió un codazo riendo - por cierto, ¿qué onda Jisoo que ya no habla de Byul? - le pregunté cambiando de tema.

Salieron rumores de que andaba con Solar y están peleadas - me respondió hablando aún más bajo para que nadie escuchara.

¿Y qué opinas tú? - le pregunté susurrando.

Siempre hablo con Byul, ya me tiene cansada con sus mensajes pidiéndome ayuda para que Jisoo no la mande a freír monos, está muy enganchada, el resto es solo prensa y shippeos del fandom - me dijo moviendo su mano en el aire. Asentí despacio con la cabeza.

En eso tocaron la puerta, eras los señores Manobal y traían mucha comida encima. Todas corrieron a saludarlos, con Lea nos quedamos un poco más atrás para darles espacio, pero los padres de Lisa no se aguantaban para conocer a la pequeña, así que apartaron a las chicas y se acercaron a nosotras.

Lisa nos ha hablado tanto de ustedes, que sentimos que ya las conocemos completamente - dijo la señora M mirándome y luego agachándose hacia Lea. Yo solo le regalé una sonrisa y Lea se acercó a ella para darle un abrazo.

Aunque en realidad sus apellidos ahora eran Bruschweiler, las chicas hablaban de ellos como los Manobal.

Bueno chicas, trajimos el mejor desayuno al estilo Tailandés - dijo el señor M levantando unas bolsas. Rosé lo miró y aplaudió, lo que hizo que todas riéramos, provocando el sonrojo de las mejillas de Rosé. El señor M ya conocía su apetito, habían tenido varias cenas con ella y Lisa.

El señor M era un reconocido y famoso chef, por lo que él mismo había cocinado todo. Abrió las bolsas y sacó la comida. Lo que yo no sabía, era que el típico desayuno Tailandés consistía en básicamente un almuerzo: arroz con pollo, ajo, soja, jengibre y una especie de camarones, y todo ello acompañado con huevo y pepinillos en vinagre.

Miré todo un poco asustada, la verdad, disfrutaba tomar solo un café por las mañanas. La señora M se dió cuenta de mi cara.

¿Es mucha comida verdad? - rió mientras todos nos sentábamos a la mesa. Yo asentí - ¿qué suelen desayunar en tu país? - me preguntó curiosa.

Café y un pan típico con algún untable - le respondí - si es una buena mañana, pan con aguacate o huevos.

Podremos probarlo cuando nos lleves - dijo Rosé un poco malhumorada.

Tema sensible - me susurró Jisoo riendo y sentándose a mí lado.

Si nos invitara, quizás todas podríamos probarlo - se quejó Jennie. Yo solo llevé mis manos a mi cabeza, no quería tener discusiones tan temprano, pero era obvio que Jennie y Rosé ya habían hablado del tema y se habían unido contra mí.

Tranquila Jennie, ya nos acostumbraremos a que nos mantenga ocultas - le dijo Rosé. La miré implorando que no continuara.

Todo a su tiempo - les respondí para ya dejar el tema.

A sus años querrás decir - murmuró Lisa riendo.

No les des cuerda - le respondí en voz baja.

Bueno, bueno chicas, ahora a comer - interrumpió el señor M. Le di las gracias en mi mente y nos dispusimos a devorarnos el desayuno. Lea estaba muy contenta con la comida, definitivamente era hija de su madre.

Estuvimos varias horas conversando hasta que la comida por fin se terminó.

Definitivamente esto fue un brunch, ya no almorzaremos - dije mirando mi reloj.

No, yo ya estoy llena y con mucho sueño - dijo Lisa sacando la panza.

Una siesta estaría bien - dijo la señora M. Todas asentimos.

Nos paramos de la mesa y nos despedimos de los señores M.

¿Vas a tomar la siesta con mami y conmigo? - le pregunté a Lea tocando su cabeza.

No, iré con tía Nini a ver películas - me respondió.

Está bien, diviértanse - les dije - y que no te convenza de ver documentales de la selva - reí mirando a Jennie, quien también rió. Junto a Lisa fueron a su cuarto.

Haré una llamada importante, así que no cuenten conmigo por lo menos por dos horas - dijo Jisoo. Era obvio que hablaría con Byul, así que solo me limité a reír.

Miré a Rosé.

Bueno, solo quedamos nosotras - le dije.

Yo iré a dormir - me respondió dándose media vuelta y yéndose a nuestro cuarto. Le levanté una ceja, pero no me vió.

La seguí hasta la habitación y cerré la puerta.

¿Qué pasa amor? - le pregunté.

Nada - me respondió seca y se sentó sobre la cama.

Oh bueno - le dije quitando mi polerón y acostándome en la cama. No tuve que esperar mucho para que me contestara con la verdad.

¿Por qué me ocultas tanto?, en serio quiero conocer a tu familia - confesó por fin girándose hacia mí y cruzando sus brazos.

Te di el anillo, ¿no te basta con eso? - le pregunté riendo.

No te rías - se quejó un poco triste.

Lo siento amor - le dije - es un poco complicado ese tema.

Lo complicas tú - me respondió en un tono fuerte.

No vas a dejar el tema ¿verdad? - le pregunté sabiendo la respuesta. Ella negó con la cabeza - está bien, los veremos cuando pasemos por allá en la gira - suspiré rendida. A Rosé le brillaron los ojos y me dió una sonrisa gigante.

Te amo - dijo besándome la boca mientras se tiraba encima mío.

Yo también - le respondí abrazándola - y de seguro mi familia ya sabe que estamos juntas, eres una artista internacional, nuestra relación apareció en todos los medios posibles - agregué.

Pero yo no los he visto - me respondió tocando mi nariz con un dedo. Reí.

¿Ahora ya puedo meterme en tus bragas? - le pregunté agarrando su trasero con ambas manos, una para cada nalga.

Puedes hacerme lo que quieras - respondió ganosa.

No me digas eso, hay cosas muy sucias que no puedo hacerte - le respondí riendo.

¿Cómo qué? - me preguntó.

Se lo respondí en su oído. Rosé me miró impresionada y sonrojada.

¿Te asusté? - le pregunté.

Un poco, o sea, sé que no lo harías sin mi consentimiento, pero... - me respondió - ...tendría que fingirlo.

Tranquila, es solo una fantasía, no tiene para que cumplirse, o si no, dejaría de ser una fantasía como tal - reí y la volví a abrazar.

Nos quedamos un rato abrazadas así como estábamos y no nos dimos cuenta cuando caímos dormidas.