Rosé y yo +18 (Blackpink)

Te amo

Al otro día desperté con un dolor de cabeza fatal. Me levanté y sentí un dolor de espalda supremo. Fui a mirarme al espejo. Tenía toda la espalda con moretones y rasguños. Rosé venía saliendo del baño con un vaso de agua y dos pastillas.

Toma esto - me dijo amablemente.

Gracias cariño - le dije. Me miró emocionada.

¿Cariño? - me preguntó con una sonrisa - ¿desde cuándo me dices así?.

Desde hoy - respondí tomando la pastilla.

Tu espalda está muy mal, déjame ponerle algo - me dijo agarrando mis hombros y yo su pequeña cintura. En eso sentimos la puerta de entrada.

¿¡Dónde está!? - preguntó una voz conocida. Con Rosé bajamos, pero no alcanzamos a decir nada cuando un puñetazo llegó a mi boca.

Por hacerle daño a mi amiga - dijo Nayeon sobándose la mano. Asumí que Rosé le había contado todo lo sucedido antes de nuestro bestial encuentro en el piso.

Su pequeño puño había vuelto a abrir mi herida del labio. Estaba chorreando sangre por mi blusa.

Me lo merezco - le dije a Nayeon. Ella me miró incrédula.

Entonces ahora sí estamos bien - dijo sonriendo y pasando al sillón. Rosé ya venía con un algodón con alcohol.

Iré a bañarme - le dije mientras desinfectaba mi herida.

¿Te acompaño? - me preguntó Rosé pervertidamente. Estaba soplándome el labio.

Esperemos que se me vaya el dolor de cabeza y pensamos en eso - le dije agotada.

Subí y tomé un largo baño de tina. Rosé tenía muchas botellas, agarré una que decía burbujas y le eché en la bañera. Puse una toalla en mi cabeza y al cabo de unos minutos, me quedé dormida.

Desperté con unas manos jugueteando ahí abajo. Era Rosé.

Nayeon ya se fue ¿cómo está su cabeza? - me preguntó.

Ya no me duele - dije pidiéndole un beso con mis labios

Aaaaah - jadeé. Rosé seguía frotándome.

¿Te gusta? - me preguntó la perversa.

Siihh mmmhhmm - respondí sin poder contenerme.

Hoy me acompañarás a un cumpleaños - me dijo. Sabía que esto no era gratis.

Noohhh mmhm, ve con las chicas - le dije.

Quiero ir contigo ¿irás? - me preguntó, acelerando el movimiento de su mano bajo el agua.

Siiih aaahhh - le respondí.

Gracias - se paró y se fue, dejándome a mitad de camino.

¡Hey! ¡Esto es maldad, te saldrá caro! - le grité mientras ella se alejaba riendo. Miré mi entrepierna y le dije:

Tendrás que aguantarte un rato - y puse nuevamente la toalla mojada en mi cabeza.

Salí del baño, me puse jeans y una polera.

Rosé me miró con desaprobación.

¿Qué? - pregunté.

Debes vestirte formal - me respondió.

Ok, vísteme tú - me quejé.

Rosé agarró un pantalón de tela negro, una blusa blanca y una palomilla para mi cuello. Me puse todo lo que me pasó. Al final sacó una extravagante chaqueta roja.

Aaaah no - le dije.

¿Quieres acabar lo del baño o no? - me preguntó. Me la puse sin chistar.

Bajé y las chicas estaban todas bien vestidas.

¿Dónde iremos? - pregunté a las chicas en general.

Que Rosé te lo diga - dijo Jisoo. Me extrañó su respuesta, pero no le tomé importancia.

Rosé bajó al rato. Se veía hermosa. Pero su vestido era excesivamente diminuto y candente, ella no solía vestirse así.

¿Y ese vestido? - le pregunté agarrándole el trasero sin que nadie se diera cuenta.

Justamente para eso - dijo agarrando mi mano y poniéndola adelante.

Subimos a la van más grande, aún quedaban espacios. La van no arrancaba. De repente la productora se asomó y subió a la van.

Que guapa te vistieron las chicas, que bueno que estuvieras de acuerdo - me dijo. Yo solo le sonreí y asentí. No entendía nada.

Miré a Rosé, pero ella evitó mi mirada. En vez de mirarme juntó sus brazos haciendo que sus pechos salieran un poco. Le abrí los ojos.

Sacó su celular y escribió algo.

''Espero que te esté palpitando fuerte'' decía un mensaje en mi celular. Obviamente eso mismo estaba pasando en mis pantalones desde hace rato.

Llegamos a una mansión gigante, nunca había visto una casa así de inmensa. Bajamos de la van y entramos.

Al fondo estaba Jessi esperándonos. Saludó a las chicas con un abrazo y a mí me dio un beso en la comisura de la boca, mientras me abrazada con demasiados ánimos. Miré a Rosé sin habla.

Coman y beban lo que quieran - dijo Jessi mirándolas a todas - hoy celebraremos.

Mientras caminábamos a otra sala, Rosé agarró mi brazo y me secuestró a un baño. Un baño gigante. Cerró la puerta. Yo solo la miraba.

Es verdad que venimos a un cumpleaños, pero no te conté todo - empezó - la productora quiere que Jessi haga una colaboración con nosotras y sabemos que está full encantada contigo, te ha visto en televisión cuidándonos - prosiguió - así que con las chicas ideamos un plan. La idea era coquetearte, calentarte, hacerte el amor aquí mismo y que ya no tuvieras ganas para que no pudieras hacer nada con Jessi.

Yo jamás haría nada con ella aunque tuviera todas las ganas del mundo - le dije sorprendida - no puedo creer que me estés usando sin decírmelo.

Vamos amor, no te enojes, solo temo que alguien más pueda seducirte - dijo bajando sus manos a mi pantalón - intento eliminar el peligro.

Tú eres mi único peligro - le dije un poco enojada.

Dame un poco de tí - dijo mientras bajaba una pierna para arrodillarse frente a mí. La detuve. La levanté por la cintura y la senté en el extenso mesón del lavamanos. Subí su vestido y saqué su ¿ropa interior? ...no estaba.

Se marcaba en el vestido - me dijo riendo. Bajó mi pantalón y me acerqué para sentirle toda su parte baja. Comenzamos a hacer el amor ahí mismo.

Comencé a sentir dolor en la espalda, Rosé estaba clavando sus uñas y abriendo las heridas que aún no sanaban. Mi cuerpo ya estaba muerto. Ella lo notó, me alejó y se bajó. Me sentó en el inodoro y se puso sobre mí. Comenzó a montarme y moverse de arriba hacia abajo. Puse dos de mis dedos justo en su entrada, cosa de que cuando bajara entraran completos.

Aaaah mmhm - gimió, pero sacó mi mano - la idea es que tú te corras. Siguió moviendo sus caderas mientras ponía una mano sobre mi vientre para frotarme con un dedo. Con el movimiento el dedo rozaba los frutos de ambas.

Te amo - le dije antes de correrme. Ella me miró en shock y yo caí desmayada de cansancio.