No quiero serte inútil

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Al otro día despertamos y Rosé se levantó a prepararme el desayuno.

¡Cariño! - me gritó desde la cocina, yo seguía en la cama. Me levanté para ver qué quería.

¿Qué pasa amor? - le pregunté saliendo del cuarto.

Ya no queda café, ¿puedes ir a la tienda por él? - me dijo.

Está bien, me visto y salgo - le respondí regresando a la habitación. Me puse rápidamente unos pantalones, una camisa y zapatillas.

¿Quieres algo más?, aprovechando que saldré - le pregunté.

Jugo de naranja, por favor - me dijo acercándose y besándome la boca, mientras yo agarraba las llaves del auto y mis lentes de sol.

Bajé al auto, lo puse en marcha y me dirigí a la tienda, no me tomaría más de 6 minutos llegar, estaba cerca. Estaba a un semáforo de llegar cuando sentí un gran golpe en mi auto, alguien me había chocado justo en la puerta del conductor. Las bolsas de airbag explotaron y sentí un dolor en todo mi cuerpo.

Que mierda... - balbuceé abriendo mi puerta. Bajé del auto y caí al suelo. Vi unos zapatos acercarse a mí.

Adele te manda saludos - dijo una voz. Sentí un intenso golpe en mi estómago que me dejó en posición fetal. Miré hacia arriba, pero no pude reconocer a la extraña. Me tomó por el cuello y me arrastró hasta un callejón contiguo para que nadie nos viera.

Sentí otro golpe más, ahora en las costillas. Giré y escupí sangre al suelo. Otra extraña me había golpeado con un bate de baseball y lo tiraba para sentarse sobre mí para darme duro con sus puños en la cara. Grité de dolor. Se levantó y ambas mujeres se miraron.

Adele dijo expresamente que la dejáramos inutilizable - dijo la segunda chica.

La primera agarró el bate que estaba en el suelo y me dio un golpe en la entrepierna. Anteriormente había recibido golpes ahí, pero esta vez sí que había sido fuerte, sentía tanto dolor que entré en shock. Estaba a punto de desmayarme. Las tipas se dieron cuenta y se marcharon corriendo. No sé cómo, pero saqué el teléfono de mi bolsillo, que estaba todo trizado, y le marqué a Rosé.

¿Cariño?, ¿por qué demoras tanto? - escuché su voz a través del celular.

Rosie... - susurré y caí desmayada.

Desperté en el apartamento, con un suero intravenoso conectado a mi mano y un monitor de signos vitales sonando. Todo estaba oscuro. Me quejé y sentí que alguien se levantó.

Cariño - dijo Rosé prendiendo la luz de nuestra habitación. Tenía todos los ojos rojos, se notaba que había estado llorando mucho rato - por fin despiertas, ¿cómo te sientes?.

Me duele todo - respondí sin fuerzas. Rosé se acercó a mí y se sentó al borde de la cama llorando.

Lo siento amor - dijo sin poder contener su dolor.

No tienes que disculparte amor - respondí entre susurros - no es tu culpa.

Por supuesto que sí, siempre es mi culpa - dijo pasando su mano por su cara. Lágrimas no dejaban de caer por su hermoso rostro. En eso entró Jennie.

Heeey, ¿cómo estás? - me preguntó, también traía los ojos rojos e hinchados.

He estado mejor - bromeé. Jennie hizo como que reía, pero podía notar su tristeza.

Tienes las costillas rotas y tu entrepierna golpeada, así que nos encargaremos de cuidarte hasta que te recuperes - dijo Jisoo entrando al cuarto.

De hecho, trajimos la cena - agregó Lisa elevando las bolsas que traía en las manos, venía detrás de Jisoo. Sonreí con los ojos cerrados.

Rosé y yo +18 (Blackpink)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora