Rosé y yo +18 (Blackpink)

Tengo... ¿celos?

Me estaba preocupando, por que no quería que esto terminara en una orgía como la otra vez, las tres ya estaban bastante ebrias y motivadas bailando y yo seguía en la mesa tomando mi primera copa de sato.

Ven a bailar cariño - me dijo Rosé acercándose a mí con una mirada sospechosa.

Me están asustando - le respondí agarrándola y sentándola sobre mis piernas. La abracé fuerte para que no se me escapara.

¿Por qué te estamos asustando? - me preguntó curiosa.

Están tomadas y ya sabemos lo que pasa cuando nos quedamos las cuatro sola - le dije acercando mi boca a la suya.

Tranquila cariño, eso no volverá a pasar - me dijo tomando mi mandíbula y besándome - tenemos una pequeña, odiaría que nos viera haciendo eso.

Tus palabras me dejan más tranquila - le respondí volviendo a besarla.

Vamos a descansar un rato, estos días serán intensos - me dijo. Asentí, nos paramos y nos fuimos a un cuarto.

¿Por qué no quisiste beber? - me preguntó mientras cerraba la puerta tras de ella.

Para vigilar que no te equivocaras de habitación - le respondí.

¿Qué quieres decir con eso? - volvió a preguntarme, pero ahora un poco enojada.

Quizás te podías equivocar de cuarto e irte donde tu manager - le respondí sin expresión.

¿Estás hablando enserio? - continuó preguntándome.

No lo sé, dímelo tú - le respondí ofuscándome.

Te pones tonta - me dijo sentándose sobre la cama y quitando sus zapatos.

Me he percatado de como te mira - le gruñí.

Lo que debería importarte es como yo la miro, no como ella me mira - me respondió entre enojada y triste.

Iré a dormir con Lea - le dije enojada. Caminé hacia la puerta, pero ella corrió tras de mí.

Tú no vas a ninguna parte, ¿por qué siempre tienes que huir de los problemas?, odio eso - me dijo poniéndose entre la puerta y yo.

¿Ah sí, y que más odias de mí? - pregunté más enojada que antes.

Odio que te pongas así sin motivo - me respondió triste.

Empieza a odiarme completa entonces - le dije agarrándola de los hombros para moverla de la puerta, pero no me lo permitió, me arrastró hasta la cama y me empujó en ella tirándose encima mío.

¿Te quieres poner agresiva? - le pregunté furiosa tomándola por la cintura y quedando sobre su cuerpo, pero con ella boca abajo - veamos quien tiene más fuerza - agregué levantando su vestido y rompiendo sus bragas. Rosé se quejó.

Para - me pidió tirando sus manos hacia atrás para quitarme, pero no se lo permití, tomé sus dos muñecas y con mi mano izquierda las aprisioné en su espalda. Metí uno de mis dedos dentro de su fruto sin avisarle y sin cuidado. Ella se quejó con placer.

Espero que ella te folle tan bien como yo - le dije al oído.

Basta, te estás pasando - me susurró un poco rendida. Saqué mi dedo de su interior y volví a meterlo con fuerza, hasta que llegué al fondo - mmmmhmmm - gimió.

Por un segundo recobré el sentido y solté a Rosé, lo que estaba haciendo rozaba la línea del abuso. Me bajé de encima de ella y me senté en la cama. Ella se quedó unos segundos ahí, con las bragas rotas y su fruto húmedo.

Se giró sonrojada y excitada, y bajó su vestido.

Me tratas como a una cualquiera - me dijo con lágrimas en su rostro. Yo seguía de espaldas, pero podía notarlo en su quebrada voz.