Capitulo 68

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Mey Rin

Ya llevaba mucho trabajando en la mansión de los Phantomhive. La señorita ________ me había estado ayudando mucho junto al señor Sebastian.

Aprendí varias cosas nuevas y todo gracias a ellos. Aunque cada vez estaba más segura que ellos dos se sentían atraídos uno del otro.
Por lo normal se llevaban muy bien y lo curioso es que nunca había visto eso antes.

Nunca vi a una Condesa y un mayordomo llevarse tan bien como ellos dos lo hacian.

Se veían realmente lindos.

Estaba bajando una bajilla para la comida pero caí haciendo que los platos se quebraran de nuevo...ya llevaba varias bajillas rotas pero en todas la señorita ________ me decía que no me preocupara que ella lo pagaba pero eso no me agradaba mucho.

-¡Mey Rin! ¿¡Los rompió  otra vez!?- preguntó el señor Sebastian.- ¡Uno de estos platos cuesta más de lo que le pagamos en un mes!

-Lo-o siento....esta cosa-falda se enredó entre mis piernas.- le contesté

-¡Y atenta con su elocusión! Debe librarse de su acento de obrera porque ahora sirve a un conde.- dijo el señor Sebastian.- ahora dejando de lado su acento de su país. ¿Revisó el libro para sirvientes que le di el otro día?

-Uh...no puedo leer.

-Entonces estudiará escritura y lectura diaria junto a Finny. Vaya al salón de sirvientes luego del trabajó.

-Si-i, vaya.- le respondí

-¡Cuide su elocución!- me dijo el señor Sebastian enojado

-S-si señor....¡lo haré!

-¿No crees que eres muy duro?- preguntó la señorita _______ y traía en la mano un libro.

-¿Qué hace aquí señorita ________?- preguntó el señor Sebastian

-Vine porque escuché los platos caerse, quería saber si Mey Rin no se había lastimado.

-No, ella esta bien. Ahora siga con lo que estaba.- le dijo

Ambos se miraron serios. Hasta parecía que se odiaban, era como la tensión que hay con la señorita Hopkins y el señor Sebastian.
Pero esto me hacia confundirme pues siempre se llevaban bien pero a veces no.

-Mey Rin, ¿estás bien?- preguntó la señorita  ________ acercándose a mi.

-¿Eh? Si...lo estoy. No sé preocupe.- le dije

Miré al Señor Sebastian y él estaba más serio de lo normal. Miraba con una gran seriedad a la señorita ________.

-Que bueno, me alegró.- sonrió

-Señorita _______, siga haciendo lo que estaba. Yo me encargaré de limpirar todo.- le dije con una sonrisa.- así que no se preocupe.

Broken Memories (Sebastián y tú) Libro 2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora