Broken Memories (Sebastián y tú) Libro 2

capitulo 34

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Me quite el vestido y lo dejé caer, después solo sentí los brazos de Sebastian rodear mi cintura.

-¿Sebastian?

-Que bien te veías en ese vestido. Odio no haberte visto con él desde el principio.-me susurró en el oído.- Te veías muy sexy.- mordió el lóbulo de mi oído y esto hizo que soltara un suspiró.

-Se-Sebastian, no deberíamos...

-Hazlo, has estado muy tensa últimamente. Entrégate una vez más a las garras y deseos de este demonio.- dijo aún en mi oído

-B-bien...hagámoslo. Además te lo debía ¿no?- sonreí

-Si, solo decías pero no hacíamos nada.- me miró y yo solo sonreí

-Bien...ahora si lo haremos

Me volteé hacía Sebastian y este quitó sus manos de mi cintura para quitar los guantes de sus manos. Después de que se los quitó volvió a poner sus manos en mi cintura.

Acarició mi cintura y luego me besó, yo correspondi ese beso. Pasé mis brazos por detrás de su cabeza, él mordió mi labio haciendo que abriera la boca y entonces aprovechó para introducir su lengua.

Comenzó a jugar con mi lengua. Hacer esto con Sebastian hacía que me fuera excitando poco a poco.

Me levantó y yo enrrede mis piernas en la cintura de Sebastian, él me tomó de los muslos y me llevó a la cama. Me acostó en ella.

Nos separamos y el acariciaba mi cuerpo lentamente provocando que mi piel se herizara.

Masajeaba mis pechos por encima de la ropa mientras que yo gemía bajó para que no nos escucharán. Sebastian besaba mi abdomen e iba bajando hasta que llegó a mi feminidad.

Metió dos de sus dedos en mi boca, yo los lami y chupe, después él metió los dos dedos dentro de mi haciendo que soltara un gemido más fuerte pero pronto fue callado por él. Me estaba besando mientras me daba placer y eso hacía que mi cuerpo se calentara más.

Podía sentir mis mejillas rojas y cada vez aumentaba más el calor. Se separó de mi y sacó su mano de mis bragas, quitó la poca ropa que tenía y se me quedó viéndo.

-Eres realmente hermosa.- sonrió y yo también solo sonreí.

Sebastian se acercó de nuevo y me beso, mientras lo besaba le quitaba la ropa. Su torso estaba desnudó y me encantaba verlo así, si pudiera me gustaría que Sebastian estuviera con el dorso desnudó casi siempre porque es realmente sexy.

Nos alejamos y yo mordi mi labio, él solo rió. Lo agarré de los hombros para después acostarlo en la cama, quite lo que quedaba de su ropa y comencé a masturbarlo.

Sebastian gemia y era realmente excitante escuchar gemir a un demonio.

-Má-Más rápido _______.

Le hice caso y aumente el ritmo haciendo que Sebastian soltara gemidos más roncos pero me acerqué a él para besarlo y callar sus gemidos, él me siguió el beso.