Capitulo 80

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Seguía buscando la manera de escapar por lo que me levanté como pude para buscar un lugar donde pueda librarme de estas cuerdas.

Logré levantarme y comencé a saltar hacia donde estaba la puerta pero caí al piso por culpa de la cuerda y eso causó que me pegara en la cara, haciéndo que me saliera sangre de la nariz y quizás de la frente.

Espero que esto sea de ayuda para que Sebastian pueda ayudarme, él es quien puede salvarme ahora. Tal vez si no hubiera terminado con él, hubiera sido diferente y no estaría aquí, sé que Sebastian siempre me protegerá....¿¡qué!? ¡claro que no! ¡Yo puedo salir de aquí!

Me comencé a arrastrar por el piso y llegué a una esquina que tenía un pico, tenía que soltarme estas cuerdas. Comencé a mover mis manos para contarlas, no sé cuanto tardaría pero tenía que escapar. Alois debe de estar haciéndo esto para que Ciel venga por aquí pero no sé para que.

Pasaba algún tiempo y las cuerdas tardaban en soltarse pero nada, no venía nadie, ni siquiera Alois y Claude o eso creía pues la puerta se abrió dejando ver a ambos mencionados.

Me les quedé viendo seria, Claude se acercó a mi me quitó lo que me tenía amordazada.

-Déjenme ir.- fue lo primero que dije

-Claro que no, te necesitó aquí.- dijo Alois

-¿Porqué quieres que Ciel esté aquí? ¿A qué te refieres en hacerte uno con él?- pregunté

-¿Cómo sabes eso?- preguntó serio

-Con mi hermano sé muchas cosas...por eso déjalo en paz. Él no vendrá, deberías saber que ya no estamos juntos.- lo miré

-Lo sé perfectamente pero tanto Sebastian como Ciel vendrán por ti. Ambos arriesgarian sus vidas solo por ti.- sonrió divertido

-¡Déjame ir! ¡sueltenme!- dije enojada

Alois me miró serio y se acercó a donde estaba, ambo nos miramos a los ojos sin expresión alguna después solo sentí dolor pues Alois había encajado sus dedos en mi costado haciéndo que mi herida se volviera a abrir.
Solté un gritó de dolor porque ya estaba casi curado pero volvió a abrirla pero creó que con la mano, la verdad no sabía.

-¡Agh! ¡Basta!- le grité.

Alois me miró con una sonrisa, yo sentí como el sudor caía de mi frente por aquel dolor que me había provocado de nuevo. Incluso mi respiración se agitó.

-Verás que ellos vendrán por ti.- sonrió

-Undertaker...es él quien vendrá...- dije agitada

Claude y Alois me miraron serios, incluso Claude se acercó a mi.

-No vendrá nadie. Solo vino tu prometido pero se fue, le dijimos que te habías ido y se fue dejándote sola.- dijo Claude

Sabía que eso pasaría...Edward puede ser fácil de engañar pero sé que conforme piensa las cosas, él le atina.

Edward no es tonto.

Me le quedé viendo a Claude sin decir algo. Alois también me miró molestó.

-Claude, sal de aquí. Haré sufrir a esta mocosa, puede que Sebastian pueda oler su sangre si hay más ¿o que crees que piensen si les mandamos un hermoso ojo azul como el de él?- preguntó con una pequeña sonrisa psicópata.

Miré asustada a Alois, este mocoso si era capaz de arrancarme el ojo. Con su mucama lo hizo, por eso lo creó capaz de que me saqué mi ojo...¡maldición debo pensar en algo! ¡rápido!

Broken Memories (Sebastián y tú) Libro 2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora