Capítulo 68

1.3K 159 19
                                    

- ¡Buenas noticias! - anuncia Elena entrando a la morada, dónde nos encontramos entrenando desde temprano, y que no tarda en impregnarse en el ambiente al aroma al perfume de la pelirroja, quién está toda vestida de blanco a excepción de sus llamativos labios rojos. 

Dejamos lo que estamos haciendo y nos acercamos a ella. 

- ¿Te vas de Rusia? - le pregunta Alanna con ese típico tono serio y de sarcasmo. 

- No me refería a buenas noticias para ti, precisamente. - responde. Fija su mirada en mi. - Benedikt quiere conocerlos. Hará una gran fiesta está noche en su casa y están todos invitados. 

- ¿Por todos te refieres a....? - comienza a preguntar Mason. 

- A todos. - afirma Elena con una sonrisa. 

- ¿Acaso quiere conocer a los monos de la función del circo? - pregunta Alanna con fastidio. 

- Que conste que tú te has referido a ti misma como un primate. 

- Solo digo en voz alta lo que tú piensas de nosotros. - sigue Alanna. 

- ¿Acaso tienes el super poder de leer la mente aparte de del sarcasmo? 

- Suficiente, ambas dos. - digo firme. 

- ¿¡Qué!? No seas aguafiestas, Arwen, ¡Se estaba poniendo divertido! - se queja Nikolai. - Es como ver a dos boxeadores en el ring. 

Pongo los ojos en blanco. - ¿Qué estabas diciendo, Elena? - le pregunto. - Y por si no es obvio me refiero al tema importante. 

- Benedikt hará una fiesta por su cumpleaños en su casa, estará lleno de personas importantes de la alta sociedad rusa, así que es una buena oportunidad para que se den a conocer y se relacionen. 

- Creí que la finalidad de tú trabajo era que seas tú la que se de a "conocer" y a "relacionar". - señala Alanna, haciendo énfasis en esas dos palabras. 

- Si, pero hay personas con las que vamos a hacer negocios que primero quieren conocer a los dueños del circo y no a los que limpian las jaulas. 

- ¿Por que siguen con la metáfora del circo? - pregunta Viktor confundido. 

- Lo mismo me pregunto yo... - susurra Mason. 

- Ahora no dejo de imaginarnos como monos con ropa. - sigue Viktor. - Y eso me da escalofríos, porque nunca me gusto el planeta de los simios. 

- Está bien, iremos. - accedo. 

- ¿¡Qué!? - exclaman a coro, quejándose. 

- Tranquilos, no iremos todos. - sigo diciendo. Miro a Elena. - Tendrá que conformarse con Cassian y conmigo porque no voy a exponer a los demás. No nos andaremos paseando como si fuéramos a una premier. 

- Bien. - dice. - Respeto que quieran mantenerse en ese anonimato por ahora, pero tengan en cuenta de que es solo cuestión de tiempo para que los conozcan en todo Moscú. Hasta yo les diría que empiecen a mejorar su seguridad. 

- ¿Nos está amenazando? - pregunta Nikolai extrañado. 

- No, no los estoy amenazando. - responde Elena con fastidio. - Dejen de pensar lo peor de mi. Solo les estoy dando un consejo, se los dice alguien que es hija de una política y un empresario, por lo que siempre he estado en el foco. 

- Ella tiene razón. - digo, observándolos. - Desde ya tenemos que empezar a actuar por lo que somos, personas de poder. Estamos quitando a mucha gente del juego, hasta ahora nos hemos mantenido ilesos, pero no tardaran en llegar a nosotros e intentar atacarnos. 

Fuego con Fuego (Mafia Marshall III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora