Capítulo 100

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Estoy sola en mi habitación, terminando de alistarme para la fiesta de mi padre, que es hoy en la noche. 

Va a ser una gran celebración, con muchos invitados, lo que en verdad me sorprende ya que jamás imagine que mi padre organizaría algo así para su cumpleaños. Las únicas fiestas así e magnitud que hemos tenido son las que mamá organiza una vez al año para ayudar a alguna fundación. 

Así que dada la magnitud del evento, con Elena fuimos de compras por la tarde, para buscar algo que ponernos para la ocasión, incluso arrastramos a Alanna con nosotras. Luego de horas recorriendo todos los centros comerciales cada uno encontró lo que buscaba. 

Yo me enamore de un vestido bien sencillo, de color verde esmeralda, de seda, largo, con un escote en pico, con finas tiras y toda la espalda descubierta, que se me acentúa en las caderas para terminar con una falda suelta con cola. Me recogí el cabello en un rodete bajo y opte por maquillarme de forma más natural. 

Una vez que me doy un ultimo vistazo en el espejo, salgo de mi habitación y bajo las escaleras. Veo a Elena y Viktor, aguardando en la entrada. 

- Estás guapísima. - dicen a dúo con una sonrisa. 

- Al igual que ustedes dos. - respondo. 

Viktor lleva un saco color rojo vino, camisa blanca y pantalón negro. Elena, por otro lado, un vestido largo de un color rosa claro, que está repleto de pequeñas y delicadas lentejuelas, y tiene su larga cabellera cobriza suelta peinada con una leves ondas.  

- ¿Y los demás? - pregunto al quedar junto a ellos. 

- Al parecer fuimos los que más tardamos en alistarnos, así que los otros se fueron subiendo a los autos para ir a dónde va a ser la fiesta. - responde la pelirroja. 

- Hay un auto aguardando por nosotros afuera. - sigue Viktor. - Tus padres arrastraron a Cass y Alanna con ellos, que para no sorpresa de ninguno fueron los primeros en estar listos. 

- Andando entonces, que ya es bastante tarde. - digo y me encamino hacía la puerta. 

Los tres nos subimos al auto que aguardaba afuera, y ya una vez dentro el chofer comenzó a conducir hacía la ciudad. 

- Tenías razón con respecto a Cassian. - le menciono a Viktor, quién está a mi lado. 

- ¿Te refieres al hecho de que es un malhumorado? - pregunta.

- No. Me refiero a eso que dijiste que... que canta bien. 

Gira su cabeza hacía mi y me observa extrañado. - ¿¡Te ha cantado!? - exclaman a dúo con Elena, que está al otro lado de Viktor. 

- Mencionan que les conté y juro que les perforo el intestino de un balazo. - sentencio levantando el dedo. 

- No necesitas amenazarnos para que te tengas miedo. - comenta Elena. 

- Con que te ha cantado... - sigue Viktor con una sonrisa divertida en su rostro. - Si que tienes a mi hermano bien agarrado de los huevos. ¿Qué se siente tocar el cielo con las manos? 

Río. - Estupendo. - el mayor de los Markov me sigue mirando de una forma pensativa. - ¿Qué? 

- Nada. Es que no me lo creo. ¿Estás segura de que no era un sueño? Porque si llevaba un frac y una galera, no me gusta ser portador de malas noticias, pero...

- Estaba ebria, pero no tanto, créeme. 

- ¿Y para cuando los bebes? - me pregunta divertido mi cuñado. Lo miro seria. - Ok, esa mirada ya ha sido respuesta suficiente. Por favor, no me patees fuera del auto que este traje me salió muy caro. Solo bromeaba. 

Fuego con Fuego (Mafia Marshall III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora