Fuego con Fuego (Mafia Marshall III)

Capítulo 78

Hola! 👋

Primero que nada quiero agradecerles por los lindos comentarios que me dejan en cada capítulo. Realmente me pone muy contenta leer lo mucho que les está gustando la historia, la cuál en un momento llegue a creer que la abandonarían dado el complicado caracter de Arwen, el cambio en nuestro protagonista masculino, que todas eran Team Peter. Así que siento mucha alegría al ver sus comentarios de que disfrutan leerla, tanto como yo escribirla.

Segundo. Desearles una feliz navidad a todas, que pasen unos bonitos días y que disfruten ya sea con familia, amigos, o con uno mismo. 🎄🎅🏼

Saludos!❤

***

Es casi mediodía cuando me despierto en mi cama con un fuerte dolor de cabeza. 

Los recuerdos de anoche comienzan a brotar en cascada... la llegada al club, el mensaje de Peter, yo bebiendo de más y haciendo el ridículo, Cassian salvándome de mi misma y sacándome a rastras del club para regresar a la casa. Luego de eso todo se vuelve más borroso... le pedí de bailar... y él accedió... era una canción de Los Beatles. El recuerdo me invade, pero de alguna forma es como si me viera a mi misma y a Cassian en tercera persona, desde lo alto, viéndonos bailar y girar mientras el sol del amanecer nos envolvía. Tengo tan presente su sonrisa, una muy grande y genuina. ¿Habrá sido un sueño? Porque él luego se arrodillo y.... 

Rapidamente extiendo mi mano y veo en mi dedo el anillo. Lo observo con más atención, mientras deslizo la yema de mi dedo por este. 

Entonces no fue un sueño... Fue real. - sonrío como tonta al percatarme de eso. Aunque sabía que no lo había sido, uno no tiene esos sentimientos tan profundos y hermosos en un sueño. 

Aún puedo verlo sentado a mi lado, mientras me pasaba con suavidad por el rostro esa toalla húmeda. 

"Acá estoy" - dijo. Y me invadió una gran paz al oírlo. 

Miro hacía mi lado y veo que se encuentra vacío, pero están las marcas de que estuvo allí sentado. 

Necesito hablar con Mason. - pienso. 

Me paro, me pongo un short de algodón y salgo de la habitación. Al detenerme en la suya, hago tres golpecitos con mis nudillos y me adentro. 

- Mason. - digo al momento en el que abro la puerta. 

- ¡ARWEN! - exclama él molesto, bajo las sabanas, sentándose sobresaltado. Me observa con sus ojos abiertos ampliamente y desorbitados. Al mirar a su lado entiendo porque está tan alterado. 

- ¿¡QUÉ CARAJOS!? - exclamo con sorpresa al verlo junto con Benedikt. Ambos están desnudos y me observan paralizados. - Voy a necesitar mucha terapia después de ver esto, luego de lavarme los ojos con lavandina. 

- ¿¡PARA QUE DIABLOS CREES QUE INVENTARON LAS PUERTAS!? - exclama Mason enojado. 

- ¡LE HUBIERAS DADO UNA VUELTA DE LLAVE! - grito. - ¡PARA QUE DIABLOS CREES QUE LAS INVENTARON! 

- ¡NO LO CREÍ NECESARIO, DADO QUE SUPONÍA QUE VIVIA CON GENTE CIVILIZADA! 

- ¿¡QUÉ ESTÁS INSINUANDO!? ¡REPITELO DIRECTO! 

- Se ve que ustedes dos tienen mucho de que hablar. Será mejor que me vaya. - anuncia Benedikt parándose y comenzando a vestirse. 

Una vez que termina se dirige hacía la puerta, pasando por mi lado. Se detiene y se gira hacía Mason, a quien le dedica una mirada. 

- No te preocupes, yo hablo con ella. Ve tranquilo. - le dice este. 

Le sonríe leve y sale, dejándonos solos.