Abro mis ojos al sentir frío se apodera de mi cuerpo. Me sorprendo al ver su lado de la cama vacío. Extrañada me paro y comienzo a vestirme. Me dirijo hacía la cocina y pegado en el frasco de café hay una nota, escrita con una letra apurada, bastante desprolija.
"E me llamo que necesitaba que fuera al asilo. No podía ir contigo o sospecharían. Seguro regresaré a tiempo para llevar café, nos quedamos sin."
Maldito idiota, como te atreves a irte sin mi a algo del asilo. Ya veras cuando regreses. - pienso para mis adentros.
Tomo mi celular y noto que tengo muchas llamadas perdidas de mis padres. Miro la hora y veo que ya es media mañana. No quiero que me empiecen a regañar que en donde diablos me metí, no les devolveré la llamada, si de todos modos tengo que regresar para casa, aquí me quede sin ropa limpia.
Agarro mi bolso y salgo del departamento. Quisiera ver la cara de Demian cuando entre y no me encuentre allí. Eso le pasa por dejarme atrás, habíamos acordado que éramos un equipo él y yo. Me molesta aún más que el idiota de Evan no me haya llamado a mi también, si soy parte del clan tanto como ellos. Malditos hombres y su testosterona.
Me llevo una gran sorpresa, cuando veo a Peter al salir del edificio. Como siempre lleva uno de esos elegantes trajes con corbata, su cabello prolijamente peinado y su rostro bien afeitado. Está apoyado sobre su auto negro.
- ¿Qué haces aquí? - pregunto confundida y extrañada a la vez.
- Tú familia estaba preocupada por tu paradero, me supuse que estarías aquí. Así que me ofrecí a llevarte. - me responde. Lo observo con atención, hay algo muy extraño en su tono de voz y expresión. No es el mismo Peter vivaracho de siempre, que tiene esa pequeña chispa en su mirada. Ahora está como apagado, hasta preocupado diría. - Vamos, que te llevo a tú casa.
- Bueno... - accedo no muy convencida, algo no me huele bien y soy muy intuitiva para estas cosas.
Queda pensativo por unos segundos. - ¿Crees que pueda pasar al baño? Es un trayecto largo hasta tú casa y no creo poder aguantar.
- Si, claro. Demian aún no regreso, así que...
Volvemos a subir y entramos al departamento.
- Es la puerta esa, junto a la cocina. - le indico a Peter.
Me encamino a sentarme en el sofá, pero me freno en seco, cuando él toma mi brazo. Lo observo y su mirada refleja tristeza.
- Arwen... - comienza a decir.
Solo dijo eso, pero a mi el corazón se me encogió.
- ¿Qué? ¿Qué sucede? - pregunto temerosa.
Se queda mirándome sin decir nada, es como si le costara encontrar la forma de decirlo, lo que me hace darme cuenta de que es algo grave. Suspira. - Por la madrugada hubo una entrega de emergencia en el puerto. Renn, Evan y... Demian, se iban a hacer cargo, porque era algo sencillo, solo recibir los contenedores. Pero a medio camino hacía allí, Natalie comenzó a tener contracciones, por lo que Evan que iba a Renn lo tuvo que llevar al hospital. Demian quedo a cargo de la operación y...
Mis ojos se humedecen. - ¿¡Y QUÉ!? - exclamo, ya que Peter no sigue.
Traga. - Hubo una explosión en el puerto. Perdimos el 90% de la gente del clan.
Mi cuerpo se paraliza, no se en que momento las lagrimas comenzaron a correr por mis mejillas. Observo la cama, su lado vacío y frio.
- Demian... - es lo unico que me sale por la garganta. Mis ojos se humedecen aún más.
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Fuego con Fuego (Mafia Marshall III)
Romance*SPOILERS "ATRAPADO CONTIGO"* Arwen Marshall es la hija del jefe del clan que domina la ciudad de Nueva York. Cuando cumple la mayoría de edad, lo ve como la oportunidad para conseguir lo que siempre ha querido... ser una de las mujeres más poderosa...