Seguía hablando con Izan, cuando Cassian entro en la cocina.
Se frena en seco al posar su mirada en él y enseguida la fija en mi, muy confundido.
- ¿Cuánto tiempo me dormí? - pregunta extrañado. - ¿Tan literal te tomaste nuestra conversación?
- No dormiste 18 años, ni el suficiente como para que haya adoptado a un chico. - respondo.
- Por favor no me digas que lo has comprado. - pide con suplica.
- ¡Como crees! No gastaría dinero en algo como eso, créeme. - respondo. - Cass, te presento a mi sobrino Izan.
Izan se para, y se acerca a él con su mano extendida. - Hola, tío Cass. Es bueno volver a verte.
Cassian toma su mano y la estrecha, aún muy desorientado. - Claro... - me mira. - ¿Podemos hablar?
- Si. - contesto, poso la mirada en mi sobrino. - Aguarda aquí Izan, ya regreso.
Me paro y con Cassian nos dirigimos hacía la biblioteca.
- ¿Qué está sucediendo aquí? - pregunta confuso al entrar. - Porque está bastante lejos de su casa, por no decir su país, como para venir a hacerte una visita.
- Se va a quedar un tiempo indefinido con nosotros. - informo.
Él me mira aún más sin entender, llevando sus manos a la cintura. - ¿Es que tú hermano se canso de sus cuatro hijos y los anda regalando?
- De hecho, Izan me acaba de contar que ahora son cinco.
- Vaya... - susurra asombrado.
- Lo sé...
- Si, me casé con el hermano equivocado. - le doy un golpe con fuerza en el brazo, ríe a la vez que se una mueca de dolor.
- Quiere ser parte del clan. - anuncio.
- Ah... - queda pensativo. - Aguarda... ¿Eso significa que le has dicho que si?
- Así es. - afirmo.
Me observa boquiabierto. - ¿Quién eres y que le has hecho a mi esposa?
- A ti la bala te ha dejado más tonto de lo que ya eras.
- ¿Acaso puedes culparme por sorprenderme?
- No. La verdad es que ni yo se por que le he dicho que si. - hago una pausa. - Tenias razón.
Se acerca más a mi, acercando su oreja a mi labios. - Perdona, pero es que la bala me ha dejado medio sordo. ¿Qué has dicho? ¿Te importaría repetirlo?
- Que tenías razón. - le repito, hablándole al oído. Me mira. - Necesitamos un respaldo, no solo por si llega a sucedernos algo antes de tiempo, sino para que siga con el legado de nuestra familia.
- ¿Y planeas convertir a ese chico en nuestro respaldo? - pregunta extrañado.
Meneo la cabeza. - Primero tenemos que probarlo, suponiendo que tenga potencial luego debe sobrevivir al entrenamiento intensivo que le daremos y por ultimo, llegado el momento, hay que ver si aún quiere el puesto.
- Yo creo que no hubieras accedido si en verdad no estuvieras segura de que tiene lo que se necesita. Es un Marshall después de todo.
- No quiero adelantarme, hay que tomarlo con calma. Algo tan importante no puede ser tomado al azar.
- Está bien.
Nos observamos en silencio. - ¿Qué opinas? - pregunto luego de unos cuantos segundos.
ESTÁS LEYENDO
Fuego con Fuego (Mafia Marshall III)
Romance*SPOILERS "ATRAPADO CONTIGO"* Arwen Marshall es la hija del jefe del clan que domina la ciudad de Nueva York. Cuando cumple la mayoría de edad, lo ve como la oportunidad para conseguir lo que siempre ha querido... ser una de las mujeres más poderosa...