Capítulo 54

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¡Bienvenido diciembre! Ultimo mes del año. 

Tengo intenciones que la historia siga hasta enero inclusive, si todo sale según lo planeado. ¿Qué les está pareciendo la historia? Espero les guste. 

Gracias por leer!

*****

Una vez que termino de acomodar mi ropa en el vestidor, me quedo contemplándolo con satisfacción por unos minutos. Siempre me pareció una tarea muy ardua eso de tener que acomodar mi ropa. En casa, siempre que mi madre me mandaba a ordenar mi armario, sacaba toda la ropa con la finalidad de ser ordenada, pero después de unos 10 minutos me aburría y abandonaba mi tarea, quedando todo encima de la cama por semanas. Hasta que mi padre, fanático del orden, se veía obligado a hacerlo por mi. 

Si, lo sé, soy una malcriada y consentida. No es culpa mía, sino de Kian Marshall. 

Desde que tuvimos ese breve encuentro con Cassian no lo he vuelto a ver. No puedo dejar de repetir sus palabras en mi cabeza, que aún siguen resonando con firmeza. Y lo peor de todo es que deseo tanto que vuelva a besarme. Cada vez que pienso en ello es como un fuego recorriéndome todo el cuerpo. 

Nunca, en mis 19 años, he sentido tanto el deseo de hacer algo. Es como un nudo constante en el centro de mi pecho que logra que me cueste mucho respirar, aún más cuando lo tengo cerca. Estoy acostumbrada a ser yo quien tiene el poder sobre las otras personas, pero está vez me encuentro con alguien que no cede ante mi, sino que contrataca. Lo que hice está mañana con él, no es la primera vez que lo hago con un hombre, pero normalmente suelo tener el efecto esperado, el de quedarse allí parados como unos pollitos mojados sin saber que hacer. Cassian estuvo así, pero por un breve instante, luego de eso recobro su compostura. 

Tengo que ser honesta. Me dio una punzada en el ego el hecho de que no haya caído como los demás en mis juegos, es como un insulto. Pero.... pero... pero... me excito que tomará el control. 

Salgo de la habitación y bajo. Voy hacía la sala al oír ruido provenir de allí. Para mi sorpresa está Viktor sentado en el centro rodeado de luces, guirnaldas y adornos. 

- ¿Qué es todo esto? - pregunto confundida. 

Me mira con esa amplia sonrisa. - Pues, ten por sentado que no es la decoración por el 5 de mayo.  

Camino hacía él. - Ya se, a lo que me refería es que hace aquí, o de donde has sacado todo esto. Porque tú hermano dormirá en el jardín si dices que lo has sacado del ático. 

- ¿Hay ático? - pregunta pícaro. 

Quedo pensativa. - Ahora que lo preguntas, no lo sé. 

- A está casa le falta decoración navideña. - sigue diciendo. - Así que fui hasta una tienda y compre todo esto. 

- Viktor, la tarjeta era para que compraran cosas que necesitaran, como ropa y...

- Me compre un sweater. - dice sacando de una bolsa y mostrándome un sweater color rojo con un Santa Claus desnudo adelante de una chimenea, tirado sobre la alfombra en una posición bastante sexy, ya que lo unico que lo cubre es un paquete de regalo enfrente de su paquete fisiológico. - Y en mi defensa, me dejaron sin supervisión.

Lanzo una fuerte carcajada. - Eres unico. 

Me mira pícaro. - Me lo han dicho seguido, mamushka

Me siento junto a él y lo ayudo a separar los adornos. - ¿De niños eran muy festivos? - le pregunto. 

- No busco ponerte triste, pero después de que mi padre muriera de alguna forma la navidad dejo de existir para solo convertirse un día más. Los demás desistieron de su espíritu festivo, pero no yo. 

Fuego con Fuego (Mafia Marshall III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora