Fuego con Fuego (Mafia Marshall III)

Capítulo 96

¡Hola! ¡He vuelto! 

Espero no se les haya hecho muy larga la espera. 

Van a tener que tenerme paciencia porque sigo con mi cabeza en modo vacaciones, así que ya saben me voy a tomar las cosas con calma, más aún que estamos cerca del final y siempre me trabo llegado ese punto. 

Quedan 15 capítulos, ósea nada. 

Ya pensando en la nueva historia y lista para cerrar el clan Marshall. 

No se me pongan tristes que vienen muchos personajes nuevos. 

¿De que creen que será lo nuevo que se viene? Quiero leer sus teorías. Seguro voy a dar unas pistas en el grupo de facebook que tenemos. 

Gracias por la paciencia de siempre. Y a disfrutar de esta etapa final de "Fuego con fuego".

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Con Peter nos adentramos en la biblioteca de la casa. 

Una vez allí dentro nos quedamos observando en silencio, sin apartarnos los ojos del otro. Él también ha adquirido ese aire de madurez, aún más por la forma en la que se viste, con esos trajes elegantes y su aspecto que refleja que no tiene nada fuera de lugar. Es la imagen de un hombre que tiene su vida en orden. 

Pero ¿Su cabeza también estará así? 

Me acerco a él, y noto que traga con nerviosismo, sin apartarme la mirada fija. Cuando quedo frente suyo me invade ese aroma a perfume y loción, que sigue siendo el mismo. Aunque él no sigue siendo el mismo para mi. 

- ¿Me has hecho venir hasta aquí solo para observarme? - pregunto luego de un prolongado silencio. 

- Si. - responde en un susurro, haciendo que me sorprenda. - Nunca... nunca respondiste el mensaje que te deje. 

- No sabía que querías que lo hiciera, porque era evidente que estabas ebrio y que estando sobrio no me lo hubieras mandado. 

- Eso no lo sabes... - replica serio. 

- Si, si lo se, por algo fue lo unico que me enviaste en tres años. - respondo, quedo en silencio por unos segundos. - ¡Tres años! - exclamo molesta, ya sin poder contener mi enojo. - ¡Y lo unico que tuve fue un maldito audio estando ebrio! - hago una pausa. - No fui sencilla, pero creo que merecía más. 

- Discúlpame por querer ahorrarme el sufrimiento. - replica serio. 

- ¿A que te refieres? - le pregunto sin entender. 

- A que podría haberme arrastrado de rodillas de aquí a Moscú, y tú sin embargo no me hubieras perdonado. Porque cuando sacas a una persona de tú vida, ya no hay vuelta atrás. Y no podría haberlo soportado, no por segunda vez. No aguantaba más lo que sentía y que lo tenía atorado en el pecho, es por eso que no lo resistí más y te envíe ese mensaje, porque puede que te dejé de escribir y de llamar, pero no de amar. Ya no me importaba nada, solo quería oír tú voz al menos una vez, aunque sea para decirme "Vete al carajo". Pero ni eso. 

- ¿Y te lo merecías? 

- No. - responde. - Pero no supe como actuar... 

- ¡Ahora resulta que ninguno sabía como actuar! - exclamo irritada. - ¿¡Es la unica excusa que pudieron inventarse!? 

- ¡No quería perder a mi mejor amigo! - grita furioso. - ¡Ni a la mujer que amaba! 

- Siempre le diste más importancia a lo que Renn pensaba, que a lo que yo te amaba. 

- Para mi no era tan sencillo. - sigue diciendo más calmado. - No todos podemos tener las cosas tan claras como tú, ni vivimos con esa seguridad. Por más que no lo creas, he sido inseguro toda mi vida, siempre con el temor de que la gente que amo me abandone. Y eso fue lo que hiciste.