Capítulo 74

1.2K 148 33
                                    

Cassian

Hace unos 15 minutos ya que nos subimos al auto y yo comencé a conducir hacía la ciudad. Con honestidad, no se para dónde estoy yendo. Supongo que solo quiero estar en un lugar turístico y concurrido, a la vista de todos. Aunque como si eso fuera a salvarme...

No exageraba cuando le dije a Arwen que no era bueno con las charlas amenas, con ningún tipo de charla en realidad. Creo que esa es la principal razón de que siempre me mantuve al margen con los negocios y de que no me haya explayado más allá, porque no es mi fuerte reunirme con personas y negociar con estas. Soy más alguien que acción, que de palabras. Podría romperte el cuello en cinco segundos, pero me costaría mantener una conversación por más de cinco minutos. Arwen, por otro lado, dice una frase y te deja anodado, replanteándote toda tu existencia. Te podría convencer hasta de venderle tu alma. Esa convicción con la que habla siempre me deja pasmado.

Pero en estos momentos todas esas inseguridades mías no importan, porque hay algo que tiene más relevancia para mi... alguien, mejor dicho. 

Lo que se me escapo esa noche en la fiesta es verdad. Me aterra todo lo que haría por ella, todo lo que estoy dispuesto a hacer, ya sea que me lo pida, o tenga que hacerlo para mantenerla a mi lado. No hay un límite en ello. 

En esa maldita fiesta me invadió un miedo que no creía capaz de sentir. El lugar estaba lleno de hombres de dinero, que provenían de buenas familias, con carreras exitosas, apuestos y encantadores. La clase de hombre que todas las mujeres, y Viktor, quieren. Le hubiera tomado 10 segundos a Arwen remplazarme. Ella no lo notaba, pero esos sujetos no le quitaban la mirada de encima. ¿Cómo podrían? Esos ojos intensos te absorben, se puede ver la llama en estos a metros. 

Y ahora mismo, estando con este gran hombre, que tanto admira y quiere, entiendo de dónde viene ese fuego que tiene en todo su ser. Nunca conocí a personas tan intimidantes como padre e hija Marshall. Tienen el mismo color de ojos, que te miran con la misma intensidad, sus facciones son iguales y sus expresiones parecen un espejo. Al verlos uno al lado del otro, no pude evitar pensar en que hubiera sido si ambos hubieran estado a la cabeza del clan familiar. Creo que sería lo más parecido y cercano que estaríamos del apocalipsis. 

- ¿Cómo llego mi hija hasta ti? - me pregunta con esa voz severa, rompiendo el silencio, sentado del lado del copiloto y fijando su mirada en mi. 

Demonios. Tenía la esperanza de que estariamos todo el trayecto en silencio. Que iluso de mi parte. 

Mi corazón comienza a acelerarse y ya siento mis manos transpirar mientras me aferro al volante. Se que Arwen me aviso con tiempo de anticipación que vendría, pero jamás hubiera estado listo para esto. 

¿Tendría que haberle pedido la mano de su hija? ¿O eso ya no se hace? Nunca creí que llegaría a casarme, así que no me moleste por saber esa clase de cosas. 

- Eh... - comienzo a hablar, pero siento las palabras atorarse en mi garganta y mi mente queda en blanco, sin saber que decir. 

- Este no es un examen de manejo, puedes respirar. 

Inhaló y exhaló. 

- Pavel, el chico que ya conoció, el de ascendencia india, que usa lentes, quién es el que se encarga de todos los aspectos informáticos, su padre, que bueno en realidad es su padre adoptivo, Pavel es adoptado, creo que lo trajeron de India cuando tenía tres años y... 

- Cassian. - me interrumpe en seco, recordándome al mismo tono que usa Arwen. Esto es escalofriante. - Te pregunte como llegaste a mi hija, no la vida y obra de tú amigo, y de toda su familia. 

- Ah, si.... El padre de Pavel es alguien que vende información, de todo tipo, a personas que pagan por eso. Por muchos años hizo negocio con alguien de su clan, Hayes. Él lo contacto y le pidió información para su sobina, que buscaba gente para que trabajara con ella. Y el padre de Pavel nos informo de eso. 

Fuego con Fuego (Mafia Marshall III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora