Fuego con Fuego (Mafia Marshall III)

Capítulo 44

- Buenos días. - digo entrando al galpón por la mañana temprano.

- ¿Te has caído de la cama? - pregunta Cassian.

- No,  decidí venir a molestarte más temprano.

- ¿Por qué hace tanto frío aquí? Está más fresco que afuera. - pregunta Mason, que como bien ha dicho, está helando, a diferencia que siempre es cálido aquí dentro.

Los dos hermanos están sentados en las sillas que rodean la mesa. Están vestidos de manera similar. Cada uno lleva uno de esos gorros rusos con orejeras, sweater con cuello de lana, unas bufandas tupidas y encima unas camperas gruesas. Otra cosa en común, es que llevan esa expresión de pocos amigos y de que están por morder a alguien.

- ¿Van a esquiar? - pregunto divertida.

- Muy chistosa. - responde Nik con sarcasmo.

- Estamos sin calefacción. - informa Cassian.

- No ayuda mucho que estén dentro de un lugar que es todo de metal, eso intensifica las temperaturas. - dice Mason.

- Gracias por los datos que ya sabíamos, profesor Utonio. - dice Nik con sarcasmo.

- Ya que estamos hablando del lugar donde nos reunimos, eso nos lleva al tema de la reunión de hoy... - anuncio. - Necesitamos otro lugar. Estamos empezando a tener más poder en la ciudad, y con eso vienen también enemigos. Tenemos que comenzar a cuidarnos y aquí estamos muy expuestos.

- ¿Qué tienes en mente? - me pregunta Cassian, con su semblante serio. Parece que hoy no tiene ganas de fastidiarme con su sarcasmo.

- Tengo una duda... ¿Qué hacían antes de que yo llegará? Hasta el momento no han tirado una sola idea. Se limitan a sentarse y esperarse que yo tenga una respuesta a todo.

- ¿Acaso no fue eso lo que promocionabas para que te aceptemos en nuestro clan? - pregunta Nikolai, también serio. Ahora si que sus aspectos se asemejan bastante al estar vestidos de forma muy similar y con la misma expresión neutra en sus rostros. - Tú te uniste a nosotros, nadie te obligo.

- Mi culpa, creo que los sobrevalore.

- Mira, te diré algo... - comienza a decir Nik.

- Muero por oír que es lo que tienes para decir... - digo amenazante.

- Basta. - nos interrumpe firme Cassian, logrando que nos sobresaltemos. - Que no estoy de humor.

- ¿Acaso Tania te rechazo el sexo anoche? - pregunto divertida.

- Nadie me rechaza. - responde, ahora si se le forma su sonrisa arrogante. - Además, me estoy reservando para ti. - su semblante de vuelve a poner hosco. - Habla de una vez.

- Mejor se los muestro. - digo. - Vamos.

Los cuatro salimos del galpón y nos subimos al auto que rente. Yo voy conduciendo con Mason a mi lado, mientras me va indicando el camino desde el GPS de su celular, y los dos hermanos van detrás.

Luego de unos 30 minutos conduciendo bastante perdidos, llegamos aún más a las afueras de la ciudad, a la zona del campo. Distingo a los lejos la casa de la fotografía y detengo el auto cuando llegamos al enorme reja de la entrada.

La casa es una enorme mansión de campo, de dos pisos, muy al estilo inglés, que se encuentra abandonada desde hace unos 50 años. Es la unica residencia a kilómetros y no es una zona muy habitable, ya que todos prefieren las comodidades de la ciudad.

Me recuerda mucho a mi casa... o mi antigua casa.

- ¿Qué hacemos aquí? - pregunta Cassian con su tono de voz serio.