Capítulo 37

1.3K 153 20
                                    

Hola! 

Muchas gracias por las 10.000 lecturas!! Me hace muy feliz. 

Espero que estén disfrutando la historia, sobre todo está segunda parte que acaba de iniciar, que se viene lo bueno. 

Gracias de nuevo. Saludos! 

****

- Cass, ¡ni siquiera la conoces! - exclama alterado su hermano. 

- Puede que no, pero deduzco que Pav ya se encargo de investigarla, de lo contario no la hubiera traído con nosotros. - Cassian sigue enfrente mío, pero a unos pasos más de distancia. Desde que entre en la habitación que no me quita esa oscura y penetrante mirada de encima. 

Y eso me encanta. 

- ¡Eso no significa nada! 

- Oye, que hice un buen trabajo, como siempre. - se queja Pavel. 

- ¿Por qué diablos la trajiste? 

- Porque me pareció interesante lo que tenía para decir. - le responde este. 

- Si, a mi también me interesa. - dice Cassian. - O más bien me intriga... - agrega en un susurro como para si mismo.  

- ¡Accediste a casarte! ¡Tú! ¡Qué huyes de las relaciones! 

- Vaya, algo que tenemos en común. - digo.

- Es distinto. - le dice Cassian a su hermano. - Es una relación de negocios.  

- ¡Si, con el diablo! 

- No me has ofendido, si es lo que pretendías. - digo mirándolo. - Me han llamado peor. 

- Deberíamos tener cuidado. El diablo tiene una cara bonita. - agrega Nik. 

- Me apetece hacer un trato con el diablo. - dice Cassian. 

- ¿¡Por qué!? - exige saber su hermano. 

Este lo mira firme. - Porque está en nuestra oportunidad, esa que venimos buscando desde hace 5 años. Si no la tomamos ahora, no tendremos otra. 

- Solo digo que es una mala idea, Cass. 

- En eso tiene razón. - admito. - Te bastara poco tiempo para descubrir que soy una mala idea. 

- Eres una mala idea, pero me gustan las malas ideas. - me dice con esa voz ronca tan seductora y esa sonrisa arrogante. - ¿Qué dices si mañana nos reunimos a un horario decente y hablamos? 

- Me parece bien. - digo. 

- Genial. Pavel te pasara luego la ubicación. 

****

- ¿¡Es que has perdido la cabeza!? - exclama Mason cuando salimos del club. 

- No exageres. 

- No exagero, ¡Te has ido al demonio! - sigue exclamando como maniaco, con sus ojos bien abiertos y sus manos levantadas. 

Seguimos caminando. - ¿Qué lo hace de diferente a cuando mis padres comprometieron a Renn con Carolina para tener una alianza?

- ¿¡De ahí has sacado esta locura!?

Meneo la cabeza. - Puede que me haya inspirado con eso.

- Tus padres ya conocían a los de Carol, desde hacía un tiempo ya. ¡Tú no conoces de nada al sujeto! ¡Podría ser un lunático! ¡O un sádico! ¡Podría ser de los que roncan! Y luego lo asfixiarías con la almohada.

- Lo del matrimonio es solo como un contrato de negocios. - digo restándole importancia. 

- ¿Es que no te gustaría casarte con alguien a quien ames? - pregunta apenado. 

Fuego con Fuego (Mafia Marshall III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora