❤️Imagina

8.1K 391 60
                                    


Eres una persona asustadiza, y lo que más te causa terror es la oscuridad.

Algún día en la mansión estando a solas con Jason, repentinamente hubo un apagón.

Por un lado te sentías protegida, pues Jason y tú, tenían una relación algo amorosa, solo que a él le encanta molestarte cada que puede.

—no podemos quedarnos así a oscuras–dijiste aferrada a su brazo.

—pues usa tu teléfono.

—no tiene batería, ¿y el tuyo?

—no, tampoco tiene batería.

Te quejaste mirando a todos lados viendo solo oscuridad.

—espera–dijiste–creo qué hay una lámpara de emergencia en uno de los cuartos—

—¿sabes qué cuarto?

—si, ¿me acompañas?

Él suspirando pesadamente asintió. Ambos caminaron por los pasillos de la mansión hasta que abriste una puerta, la habitación estaba repleta de cajas, algunos objetos cubiertos por mantas blancas.

Entraste confiada en que Jason iba atrás tuyo.

—ayúdame a buscarla, debe estar en alguna de las cajas.

Al no recibir respuesta giraste para verlo, estaba en el marco de la puerta, y entre la oscuridad lograste ver su sonrisa malvada, y antes de que pudieras reaccionar, cerró la puerta dejándote en total oscuridad.

A los segundos un fuerte y desgarrador grito salió de tu garganta, sentiste como tus ojos se empañaron y como tú corazón se detenía por un segundo.

Jason que estaba afuera abrió la puerta conmocionado por tu gran grito.
En cuanto viste la puerta ser abierta saliste corriendo hacia el pasillo.

Jason sonrió un poco esperando que como otras veces que te ha molestado, rieras con él. Sin embargo se preocupó cuando vio como temblabas y cubrías tu rostro con las manos.

—ey, muñequita, ¿estás bien?

Enojada quitaste las manos de tu rostro, y por la luz de la luna que se filtraba por las ventanas Jason logró ver la humedad en tu rostro.

Y sin verlo venir, te lanzaste hacia él golpeándolo con los puños cerrados en el pecho y en los brazos.

—¡¿qué te pasa!? ¡Te odio te odio!

Jason se dejó golpear por unos segundos, después sostuvo tus muñecas y te aprisionó contra su cuerpo.

—lo siento, perdóname, no creí que fueras a asustarte tanto. Perdoname.

—eres un idiota.

—tienes toda la razón. Perdóname muñequita, no lo volveré a hacer–plantó un ligero beso en tu cabeza.

Poco a poco tu cuerpo dejó de temblar, dejaste de llorar y tu corazón volvió a su ritmo normal.

—¿podemos conseguir algo para tener luz?–preguntaste segundos después.

—creo que en mi cuarto tengo velas.

Asintiendo ambos se dirigieron a su habitación, te sentaste en su cama, tú cuerpo aún temblaba un poco, veías como de una cajonera sacaba un par de velas y las encendía con un fósforo.

Al terminar cerró la puerta y se acostó en la cama.

—ven–susurró tomando tu brazo para que te recostaras junto a él.

Estabas aún enojada con él, por lo que te negabas a darle un poco de afecto. Jason lo notó en seguida y rió roncamente.

—¿qué tengo que hacer para que me perdones?

One Shots Batfamily Vol.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora