🖤Padre e Hija 4

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Era de madrugada, una noche en calma y con todos durmiendo en la mansión.

Esa paz no duró, pronto el llanto de la bebé llenaron los pasillos.

Bruce despertó al igual que Selina.

—te toca–murmuró soñoliento.

—idiota–Selina se levantó enojada yendo al cuarto de la bebé.

Ahuyentando su sueño de acercó a la cuna y la cargó en sus brazos arrullándola.

Y no sabía cómo explicarlo, pero ella intuía que su pequeña tenía hambre.

Así que de la nevera del cuarto tomó una mamila con leche preparada y la calentó unos segundo en el microondas.

Bruce se había lucido con toda la instalación del cuarto de la bebé, para no ir a la cocina puso un refri con mucha comida de la bebé, y un microondas para la leche, facilitaba mucho las cosas.

Al estar lista le dio el biberón a su niña.

—deberías hacer estos berrinches cuando solo esté tu padre.

Selina sonrió cuando la bebé le sonrió aún con la mamila en la boca. Fue cuestión de minutos para que el envase quedará vacío.

—si que tenías hambre hermosa.

A los segundos escucho pasos entrando a la habitación.

—¿está bien?

—si–se acercó a Bruce–solo tenía hambre, ¿puedes sacarle el aire? Acomodaré su cuna.

Bruce asintió y cargó a la bebé dándole pequeños golpes en su espalda, sonrió al escuchar el eructo que soltó.

Pero su sonrisa no duró mucho al sentir como le vomitaba encima.

Selina no lo pudo evitar y soltó a reír cubriendo su boca. Y como si fueran cómplices la bebé comenzó a reír con fuerza también.

Bruce suspiró y le entregó la bebé a Selina.

—ustedes dos son un par de diablas.

Salió de la habitación a cambiarse.

—esa es mi chica–caminó hacia el sofá del cuarto y se sentó ahí sosteniendo a su hija después de limpiarle la boca–mira lo que tenemos aquí–estirando el brazo tomó el peluche de gato que le había comprado.

La bebé pronto se alborotó y estiró sus brazos queriendo alcanzarlo. Selina sonrió y se lo dio, sintiendo sus ojos encharcarse al verla abrazar el peluche con tanta fuerza.

No comprendía la felicidad que tenía en su corazón, jamás creyó llegar a ser madre, llevar una vida de gozo junto al amor de su vida y una nueva razón de ser.

Trató de ocultar su rostro al ver a Bruce entrar de nuevo, pero él la conocía más de lo que le gustaría a ella, así que solo se sentó junto a ellas y abrazó a su esposa.

—son las hormonas del pos parto–trató de justificarse.

—sabes que eso conmigo no funciona.

Ella se quedó callada.

—¿estás bien?

—no lo sé, de repente, me sentí muy triste.

Bruce le quitó a la bebé y la cargó con un solo brazo, para así tener el otro libre y rodeo a Selina atrayéndola a su cuerpo.

—tranquila, es normal, no llevamos ni un año con la bebé. Estarás bien, estaremos bien.

One Shots Batfamily Vol.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora