One Shots Batfamily Vol.2

🖤 Mujer Bonita

Bruce te había llamado a su oficina; descansabas en la mansión, así que algo fachosa fuiste a la empresa.

Al entrar levantó la vista y sonrió.

—hola, cielo.

Caminando algo rápido fui hacia él y lo abracé.

—hola, amor. ¿Para qué me hablaste? Estaba teniendo un hermoso sueño, ¿sabes?

—lamentó haber despertado a la bella durmiente.

—no estoy segura de que hayas despertado a la bella durmiente.

—¿ah no?–juguetón té sentó de lado en sus piernas–¿y por qué dices eso?

—por qué a ella se le despierta con un beso.

—oh, disculpe mi ineptitud.

Colocado una mano en tu cuello pegó sus labios a los tuyos de una manera tan única del él, tan lenta pero a la vez pasional.

Al separarse le diste un ligero pico y sonreíste acariciando su mejilla.

—¿para que me llamaste?

—mañana en la noche habrá una fiesta, de negocios, ya sabes. Quería que fueras conmigo.

—sabes que si Bruce. ¿Hay algún tipo de regla en cuento a la vestimenta?

—no, pero quiero que te vayas a comprar algo–de su cartera saco una tarjeta de crédito negra.

—ay Bruce, ¿otra vez esa tarjeta?

—¿por que te causa tanto conflicto gastar mi dinero?

—por qué es tuyo, me da pena, ponme un límite de cuanto puedo gastar.

—bien, si el vestido que compras cuesta menos de 20 mil dólares, estás en problemas, si los zapatos que compras cuentan menos de 10 mil, te golpearé el trasero. ¿Un límite así?

—grosero–le di una palmada en el brazo–¿iras conmigo para comprobar que eso no pase?

—no–suspiró acomplejado–si quería ir contigo, me encanta acompáñate a las compras pero tengo trabajo que adelantar, anoche no pude.

—¿ves? Eso te pasa por ser un loquito con máscara.

—este loco te encanta.

—si–dije dándole un beso.

—bueno, ve, ponte más hermosa, has las uñas, el cabello, maquíllate si quieres, ve a un spa, y cómprate toda la ropa que te guste, más al rato te acompañaré por aretes y algún collar que haga juego con tu vestido.

—ay Bruce, no tienes remedio.

—solo quiero lo mejor para mi mujer. Ahora ve, no me gusta que estes en la calle tan tarde, llámame cuando acabes, pásare por ti.

—de acuerdo, te llamaré, ¿esta bien si te llamo para pedir tu opinión?

—claro, no me molesta ayudarte.

—bien, te veo más tarde.

[•••]

A pesar de que llevaba por lo menos una hora dando vueltas por todas las tiendas de ropa, nada me convencía del todo, nada me gustaba o no era algo apropiado para la fiesta.

Pero de pronto en una vitrina vi un vestido negro muy hermoso, no solo me encanto, sabía que a Bruce le gustaba verme en ropa negra, así que sin dudarlo entre a la tienda.

En cuanto entre, un par de mujeres se me acercaron.

—¿en que podemos ayudarme?–pregunto mirándome de arriba a abajo.