One Shots Batfamily Vol.2

🖤Imagina

Bruce y tú daban un paseo por el centro comercial, tomados de las manos mientras pasaban por las tiendas.

Hasta que dejaste de caminar al ver un hermoso conjunto en la vitrina de una tienda.

—Bruce–él volteó a verte–¿podemos pasar a ver?

Asintió caminando a la entrada de la tienda. Lo primero que hiciste fue ir a ver aquel vestido negro.

Era hermoso. Con escote en forma de corazón, una abertura en la pierna derecha, era entallado, venía con una Jadeita, que tenía diamantes blancos y un rubí rojo colgando, el maniquí tenía unos guantes de terciopelo negros que llegaban a los codos, y unos tacones negros.

—hola, bienvenidos a Ferrioni. ¿Hay algo en lo que pueda asistirles?

—si, quisiera saber el precio de este conjunto.

—oh vaya, es una gran elección señorita. Este hermoso conjunto esta en un costo de 500,000 dólares.

Abriste los ojos sorprendida.

—¿y si solo quiero el vestido?

—lo siento, se vende todo junto.

—oh esta bien, muchas gracias. Vámonos Bruce.

—¿lo quieres?

—¿qué?

—el vestido, ¿lo quieres?

—si, pero son 500,000 dólares, es demasiado, es medio millón.

—Bruce alzó el brazo llamando a la empleada–me llevó el vestido negro de la vitrina, traiga uno con la talla de la señorita.

—Bruce, pero...

—calla hermosa, y ve al vestidor a probarte ese vestido.

Dos empleadas te llevaron al vestidor y te ayudaron a colocarte todo lo que venía con el vestido.

Abrieron la cortina encontrándote con Bruce analizándote junto a la vendedora.

—le queda increíble–hablo la chica–¿sabe señor Wayne? Creo que debajo de ese lindo vestido debería de haber un hermoso conjunto de lencería.

—¡oiga!–exclamaste ruborizada.

—tráigame los mejores, en negro.

—¡Bruce!

—en seguida señor.

Las chicas se fueron con ella a ayudarle.

—amor, con el vestido es más que suficiente.

—la lencería es un regalo más para mi que para ti.

—amor, yo sé que tú no tienes problema, pero, Dios, cuesta medio millón Bruce.

—nena, eso no es nada para mi y lo sabes.

—ya sé pero, sabes que aún me cuesta adaptarme a estas cosas.

—vamos, ¿donde esta la chica que decía que se casaría con un millonario para despilfarrar su dinero?

—pero yo lo decía de broma, no creí que llegaría a ser real.

—pues es real, lo pediste y te aguantas porque no hay nada más que siquiera hacer que consentirte.

Después de haberte hecho probarte todos los conjuntos de lencería, Bruce compró todos y salieron de la tienda.

—ya vámonos, porque si no compraras todo el centro comercial.

—aún no–llamo a uno de los guardaespaldas y le dio las bolsas para que las llevara al auto–vinimos para ir a una librería y no nos iremos hasta que compremos todos los libros que quieres.

—¡estás loco! Fue casi un millón en esa tienda. No puedes gastar un millón en mi en un solo día.

—¿cómo que no? Si estoy haciéndolo.

—no podrás comprar los libros si no sabes cuáles son–dijiste con altanería.

—claro que si, ¿olvidas que en las notas de mi teléfono escribiste tú lista de libros pendientes?

—Bruce, no te atrevas a gastar un centavo más.

—quiero ver como me detienes–Bruce se apresuró a la librería dejándote atrás.

—¡Bruce Wayne!