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Reino Unido, a diferencia de España, podía seguir visitando en ocasiones a Portugal, cosa de la cual Brasil no estaba muy de acuerdo, pero ¿quién era él para prohibirle amistades a su padre?

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Reino Unido, a diferencia de España, podía seguir visitando en ocasiones a Portugal, cosa de la cual Brasil no estaba muy de acuerdo, pero ¿quién era él para prohibirle amistades a su padre?

Se sentía extraño. Después de la discusión del español y el portugués tiempo atrás, varias representaciones europeas se habían aliado a uno de los tres implicados. ¿Por qué parecía que los europeos siempre se veían en la necesidad de pelear?

Él tampoco podía defenderse mucho, pues desde su ruptura con México había sido un cobarde incapaz de volver a hablarle o regalarle una sonrisa cuando se veían.

Él amaba a México e incluso actualmente lo seguía haciendo, pero también admitía que estar tantos años en una relación, teniendo una monotonía como la de ellos, lo terminó hartando.

¿Cómo alguien podría soportar pasar más de quince años besando, teniendo sexo y estando siempre sólo para una sola persona ? No lo malentiendas, Brasil amaba y besaba el piso por el que el mexicano pasaba, pero igualmente necesitaba algo de libertad.

No quiso que su tan larga relación se arruinara porque alguno no soportó más esto y fue infiel. Prefería tomarse un tiempo. México podría salir con alguien más, así como él. Sólo que a ese punto, ¿tendrían alguna oportunidad de volver? Brasil no estuvo con más personas por el simple hecho de que no lo necesitó. Él no quería a otros, sólo un poco de libertad.

Quizá lo que les faltó era experimentar más en su vida sexual. Siempre fue lo mismo: quitarse la ropa, tener sexo, acabar e irse. Parecía más algo hecho por deber que por gusto y al de habla portuguesa no le gustaba sentirse así. Detestaba la idea de que su relación se hubiese convertido en una obligación y no en algo hecho por amor.

Su padre, bueno, por lo que el brasileño podía decir, tenía el corazón roto, y todo era culpa de los malditos que tenía por amigos. Muchas veces el menor pensó que lo utilizaban para lograr... algún fin. No sabía que, pero sí que tenían uno, y no uno bueno y que su padre iba a salir lastimado. 

Aunque tal vez exageraba.

Al final del día, tuvo algo de razón y su progenitor terminó encerrándose en su habitación como un adolescente teniendo su primer decepción amorosa.

Posiblemente su propio padre no se había dado cuenta, pero Brasil sí. Estaba claro que Portugal tenía sentimientos por el par de idiotas.

No le costó aceptar que su padre sería capaz de tener una relación poliamorosa, lo que sí le costó entender fue ¿Por qué Reino Unido y España? ¿Por qué no Italia y Francia? ¿Por qué ellos?

Portugal picó su frente indicándole que debía salir. Había pasado mucho tiempo mirando a la nada.

―¿Por qué no vas a ver a tu sobrina?―sonrió. Imani era una bebé hermosa. En el primer momento en que la vio, toda su tristeza se olvidó. ¿Cómo podía haber una bebé más linda que ella? 

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