|| On The Ground ||

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Aquella noche Rusia llegó a su casa con un rostro marcado por la preocupación y cansancio que apenas podían ser explicados. Inmediatamente USA supuso que la reunión con Dinamarca no fue tan bien como creía que iba a ir. Pero cuando le dijo que el danés básicamente lo amenazó con invadir territorio noruego y bielorruso si era necesario, comenzó a tener un poco de miedo.

No quería estar en medio de ningún conflicto, menos teniendo en cuenta las reveladoras noticias que Suiza le dio esa mañana.

Había estado tan preocupado por eso que no pudo dormir hasta que el sol empezó a salir de nuevo. Y en la tarde del día siguiente tampoco pudo hacerlo. Pensó en tomar una siesta de un par de horas después de terminar con el papeleo que Stephen le había enviado, pero no pudo hacerlo debido a una llamada de Canadá.

Al parecer se había reconciliado con China y estaban planeando hacer un viaje cuando llegaran sus vacaciones.

En ocasiones envidiaba a su hermano mayor. Era mucho más alto que él, era lindo y adorable al mismo tiempo; tenía una sonrisa que en el pasado logró conquistar reinos enteros. Y para complementar su perfección, Canadá poseía una increíble personalidad. Era amable por naturaleza y se preocupaba por los demás, demasiado en ocasiones.

No conocía una sola persona que lo odiara.

En cambio él, no era tan alto como quería y su sonrisa siempre fue considerada como falsa cuando la ocupaba en alguna reunión política. La personalidad de América era algo cuestionable. Según él, era buena, pero para el resto de las personas, USA podía tener uno o dos tornillos sueltos.

Pese a todo eso, se quería como era.

Ayudó al ruso a llegar al sofá para que descansara un poco. Le puso la palma de su mano sobre la frente para asegurarse que no tuviese fiebre.

Estaba bien.

―¿Quieres que te haga un té o algo?―le preguntó con un dulce tono. No quería que se sintiera peor si levantaba la voz.

Por dentro USA estaba rezando para que el eslavo le dijera que no.

Aunque seguía sin ganas de atender a un Rusia enfermo. Estaba algo traumado después de la experiencia que le dejó cuando Kazajistán lo llamó para atender al ruso. A veces tenía pesadillas sobre eso.

Pero ahora eran esposos y eso significaba "estar en las buenas y en las malas". Se estaba retractando de eso ahora. ¿No podía ser en las buenas y en las malas siempre y cuando Rusia no estuviera enfermo?

―Estoy bien, gracias.

¡Gracias, Dios!

USA puso una sonrisa.

―Bien. Ahora vuelvo. Necesito ir a guardar unas cosas a mi oficina―avisó mientras tomaba la mochila donde permanecían los resultados de las pruebas que básicamente Rusia lo obligó a hacerse.

―¿Cómo saliste?―preguntó cerrando los ojos y recargando su cabeza en el respaldo del sofá.

―No me han dado resultados―mintió. No necesitaba preocuparlo más en ese momento.

―Avísame si algo malo sucede, ¿sí?―forzó una sonrisa.

―Claro.

USA sonrió, incluso a sabiendas de que el otro no podía verlo.

Así que se puso de pie de nuevo y afianzó su agarre a la mochila para llevarla con él. Llegó a la oficina y rápidamente le dio una ojeada a los documentos. Su respiración se acercó y corrió a su escritorio.

Sujetó los papeles obtenidos por Suiza y los metió en un cajón en su escritorio. Cerró con llave y se puso de pie para ir por su abrigo. Iba a salir. Necesitaba algo de aire.

Le diría alguna excusa a Escocia e Inglaterra después de mandar a dormir al ruso y saldría a dar una vuelta por ahí a beber... aunque ya no podía hacerlo. Bebería agua de jamaica y fingiría que era vino.

Cruzó la habitación hasta llegar a la puerta y no pudo evitar sentirse un poco mareado al recordar el resultado de sus exámenes.

Test de embarazo en sangre: Positivo.

Sus padres se iban a morir.

Él se iba a morir. 

⊰Si notan algún error ortográfico, no duden en decirme y lo corregiré cuanto más pronto pueda.⊱

☃ ∞ƸӜƷ ¡No olviden que los quiero mucho! ƸӜƷ∞ ☃

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