Estados Unidos de América tenía dos reglas importantes:
1.- No te metas en escándalos.
2.- No te acerques a Rusia.
Y había roto las dos en menos de una hora.
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Rusia acunó a Freya en sus brazos, rezando en silencio que no se despertara. Habían batallado para dormirla la última vez, porque cada que la pequeña abría sus ojos buscando a su madre, sin tener éxito, se ponía a llorar, llamándola a ella y a Noruega.
Nadie tuvo el corazón para tratar de explicarle que sus padres ya no volverían.
¿Podría ella entenderlo? Tenía menos de año y medio.
El ruso no podía evitar que su corazón doliera cada vez que pensaba en el futuro de su sobrina. Era obvio que ella crecería rodeada por todos sus tíos, que estarían ahí para cuidarla y calmar su llanto cuando estuviera triste, pero nada era comparable al amor y seguridad que sus padres le podrían dar.
Apenas comenzaba a caminar. Ni Bielorrusia ni Noruega tuvieron la oportunidad de verla, mucho menos de oír su primera palabra.
El más afectado de todos parecía ser Kazajistán, que se negó a decir palabra alguna hasta que llegó al hogar del ruso, donde tras ver el cuerpo de su hermana en un ataúd, se encerró en su habitación sin intenciones de volver a salir.
Todavía debían reunirse con la familia de Noruega para hablar de lo sucedido.
Todos los programas televisivos estaban plagados de noticias con respecto a su hermanita y el noruego. Contaban la historia de la pareja y sobre todo, mencionaban a la bebé que ahora era huérfana.
No estaba claro como fue su muerte con exactitud y Rusia se negaba a ver los reportajes. Pese a eso, la devastada Minsk tuvo la oportunidad de decirles que al parecer murieron después de que una ráfaga de balas los atravesaran, y sin darles oportunidad de recibir ayuda médica.
El único video que la familia rusa tuvo oportunidad de ver, fue el de una cámara de seguridad que grabó el momento en que la pareja dio su último respiro en la tierra. Los hombres que los acribillaron permanecieron a su alrededor, hablando en una mezcla de ruso, bielorruso y Noruego.
Cuando esto terminó, los doce individuos restantes simplemente se suicidaron.
No se sabían las intenciones para causar la muerte de las representaciones, pero en ese momento, el resto del mundo, estaba viendo a las familias de los involucrados, esperando a ver cual era su próximo movimiento.
No muchos se preocupaban por la familia nórdica, pues esta tendía a ser pacífica, pero, por otro lado, estaba Rusia.
Oh, si. Las representaciones habían visto a muchas personas temerle a la nación esa última semana más que en toda la historia, y eso era decir mucho.
#Miedo
Eso era lo único que veían en redes sociales.
Incluso estaban algo hartos.
USA, por otro lado, también estaba en el punto de mira del resto de los humanos, porque según ellos, el estadounidense siempre encontraba una manera de meterse en esos problemas, pese a que no tenían nada que ver con él.
