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ROUGH

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ROUGH

―¿Has visto Harry Potter?―Gustavo se asomó a las escaleras mientras Suiza permanecía en la parte alta del librero buscando algo.

―Si―respondió sin verlo―. No me gustó, se me hizo tedioso.―Hizo una pausa―. Y me hizo llorar la muerte de Snape.

―¿Snape?―subió ambas cejas y dio media vuelta cuando notó al mayor comenzar a bajar con una carpeta rosa y un pequeño libro.

―Si.―Dijo―. Me agradaba.

―Así debes ser tú...―murmuró dejando caer su cabeza. Miró sus manos, notando lo frías y pálidas que estaban.

―¿Cómo Snape?―rio cuando llegó al suelo.

―Eres muy amargado―infló una mejilla y cruzó los brazos―. Te la pasas regañándome a cada rato.

Suiza suspiró y se recargó contra las escaleras viendo la espalda del pelirrojo.

―Gustavo mírame. ―Pidió.

El humano hizo oídos sordos y Suiza suspiró. Lo agarró del antebrazo y lo obligó a verlo, causándole sorpresa. Gustavo saltó sobre un pie al golpearse contra la representación y maldijo en voz baja.

Cuando al fin se calmó un poco, levantó la cabeza y compartió una larga mirada con el médico. Sus mejillas se colorearon ocasionando ternura en el mayor.

Suiza apartó el cabello que le impedía ver los ojos del menor y lo colocó detrás de su oreja. Gustavo relamió sus labios e inclinó su cabeza para cerrar la distancia entre ambos, pero fue interrumpido cuando OMS abrió la puerta.

Se separaron con rapidez, Dejando una brecha de dos metros entre ellos. OMS levantó una ceja al verlos tan alterados, pero lo ignoró y siguió su camino.

―Te necesito en la sala 11 en cinco. ―Dijo a Suiza.

―¿Qué sucedió?― Suiza miró de reojo al europeo menor que lucía inquieto.

―El señor Campbell tuvo un accidente automovilístico.

Los ojos de Gustavo se abrieron completamente y se acercó a la organización para verlo de cerca.

―¿Qué papá qué?

OMS le dio una mirada rápida y luego dirigió su atención al suizo sin intenciones de contestarle.

―¿Por qué no fue a un hospital humano?―Suiza cuestionó al ponerse de pie y quitarse el saco para quedarse sólo con la camisa azul.

―No lo sé. ―Vio a Gustavo―. Tú hermano no sabe, deberías llamarle.

OMS salió de la sala dejando solos a la representación y al humano en un silencio total.

―Iré a ver que sucede con tu padre. ―Suiza le sonrió y luego se fue de la sala.

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