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Rusia acostó delicadamente a USA sobre la cama, apreciando su cuerpo totalmente desnudo tendido con las piernas ligeramente abiertas

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Rusia acostó delicadamente a USA sobre la cama, apreciando su cuerpo totalmente desnudo tendido con las piernas ligeramente abiertas. Su respiración aún era calmada, pero el menor se encargaría de cambiar eso.

Pasó los dedos por su cadera, delineando cada trazo de su tatuaje, haciéndolo temblar.

Le regaló una sonrisa que el mayor devolvió y se inclinó sobre sus labios, recargando todo su peso sobre sus brazos para no aplastarlo y le dio un corto beso antes de colocarse entre sus piernas, de rodillas, para desabrochar su propio pantalón y quitárselo con rapidez.

USA estiró uno de sus brazos y se apresuró a comenzar a bajar la pretina de la ropa interior del eslavo, tentándolo a que lo bajara.

Rusia envolvió la cintura del rubio entre sus manos acercándolo a sí mismo para volver a besarlo. Acercó sus labios a su boca, y cuando estuvieron por unirlos, el menor alejó su rostro y atacó su cuello, sacándole un gemido por la sorpresa.

Lo volvió a dejar sobre el colchón mientras seguía besando el área.

USA envolvió sus algo delgadas piernas alrededor de su cintura y pasó ambas manos por su espalda, acariciándola con los dedos, haciéndolo estremecer. Llegó de nuevo hasta su ropa interior y comenzó a deslizarse hacia abajo, quedando ambos completamente desnudos.

Rusia se alejó un poco para terminar de retirarse la prenda. Buscó con la mirada algo alrededor, algo que sin duda no estaba a la vista.

―¿Dónde está el lubricante?

USA señaló a su armario y soltando un suspiro, Rusia fue hacia el para buscarlo.

Regresó con rapidez y arrojó el pequeño tubo a un costado de la cabeza del mayor, decidiendo que lo usarían un poco después.

Palmeó una de las blanquecinas piernas para que las abriera para él. Sujetó con fuerza su cadera, dejándolo en el centro de la cama. Se posicionó sobre el rubio, obligándolo a abrir un poco más las piernas y acomodó su pene sobre el otro, rozándolos en un suave movimiento.

Tomó algunos mechones rubios entre sus manos y los jaló hacia atrás, sacando un gemido y dándole acceso al eslavo a su cuello que no tardó en succionar, besar y morder.

―Rus―palmeó su espalda―vas a dejar marcas.

―No lo haré―aseguró.

Movió su cadera en una falsa embestida que los hizo jadear ante la fricción de sus miembros juntos.

Siguió moviéndose de esa manera mientras besaba su cuello y de vez en cuando sus labios.

―Rus.

Rusia sonrió ante el llamado y lentamente dejó de hacerlo para comenzar a bajar dando suaves besos y lamidas sobre su vientre.

USA levantó la cabeza con curiosidad sólo para dejarla caer en el instante en que Rusia engulló su pene con su boca.

Ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar a que sucedía cuando comenzó a mover su cabeza de arriba hacia abajo, deteniéndose de vez en cuando en la punta para chupar el glande. Tanteó hasta donde dejó el lubricante y lo destapó. Llenó sus dedos de aquel líquido y los bajó hasta que uno de ellos tocó la entrada del rubio.

USA se aferró a las blancas sábanas al mismo tiempo que el primer dedo entró, curiosos, buscando aquel lugar que lo haría delirar de placer.

El segundo entró no mucho después.

Rusia seguía trabajando su pene con su boca, sin descuidarlo ni un sólo segundo.

―Rus...Rus―llamó con la respiración entrecortada―. Suficiente, te necesito ya.

Vio el duro miembro del menor a la distancia, luciendo totalmente duro mientras algunas gotitas de líquido preseminal escapaban.

Siempre que tenían sexo era así. Rusia nunca dejaba que lo tocara.

Rusia salió del interior del americano y los acostó a ambos sobre la amplia cama del rubio, mientras regulaban su agitada respiración

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Rusia salió del interior del americano y los acostó a ambos sobre la amplia cama del rubio, mientras regulaban su agitada respiración. El semen se deslizó desde su trasero hasta el muslo interno. 

Mañana tendría que llamar a OMS, o quizá a Suiza.

―Estaba a nada de cogerte en el lavabo del baño si es que no nos íbamos más rápido de la fiesta ―Rusia dijo de la nada.

―Por favor, no―USA se acurrucó en su pecho―. Una vez leí un libro donde pasaba eso y acababa mal... muy mal.

Iba a agregarlo en el siguiente capítulo, pero mejor no

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Iba a agregarlo en el siguiente capítulo, pero mejor no.

Me encanta hacer referencias a mis otras historias.

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