Obsesión

Capitulo 5

Darren

Me abotono la camisa que Devon casi me obligo a usar, «casi» porque de verdad quiero verme bien para Alice e impresionarla para que siga dando los pasos necesarios para acercarnos tanto como lo deseo. Ni en mis mejores sueños espere que ella diera el primer paso ni que nos propusiera esto. El que ella sea la «cita» de mi mejor amigo fue un juego sucio que en algún momento tendré que cobrarle, tampoco es que me moleste «ir» con Hendrik porque estaremos los cuatro en la misma mesa. No dejo de preguntarme como es que me deje envolver por ella al punto de aceptar ir a un restaurante donde seguro tendré que dejar mi auto como parte del pago por la cuenta.

No me quejare, es una oportunidad para tenerla más cerca. Esta tan llena de vida y no parece contenerse o avergonzarse con nadie que si antes pensé que rondaría mis pensamientos con frecuencia, ahora que la conozco un poco más solo ha empeorado todo. Es tan única que llegó a la mesa de dos desconocidos a darle un presente a mi amigo solo por su acción en la clase con el dictador, honestamente me sorprendió tanto como a Devon. Hemos conocido chicas que van por lo que quieren, con las que normalmente me relaciono, pero Alice sin duda es otro nivel, sabe que es agradable y lo usa a su favor, no por conveniencia solo porque le nace, note la sinceridad en su mirada de acero. Ella es extraña, no lo voy a negar, pero mientras más la pienso, más me atrae.

—¿Es necesario usar la chaqueta también? —Me quejo detallando la chaqueta azul que trae en las manos que no es de mi estilo. Mi camisa es negra al igual que el pantalón, en cambio Devon tiene una camisa azul a juego con el pantalón en un tono más oscuro que decidió complementarlo con una chaqueta morada. Una combinación extraña que no se le ve mal, sin embargo, yo no la usaría.

—Si, ¿piensas ir todo de negro? —Asiento, resopla con fastidio—. Debes impresionar a Alice, y vistiendo a medias no lo harás, hermano. Hazme caso y póntela te ves demasiado chico malo para la dulce chica a la que quieres conquistar.

«Chico malo». Puede que lo sea. Lo que me interesa descubrir es que tan dulce es Alice Thompson.

Extiendo la mano para que me entregue la jodida chaqueta. Todo lo que hago para «impresionarla».

—Si estuvieras tan interesado en que la impresione, no serías tu su cita y su amigo la mía —Me quejo de nuevo.

Se ríe.

Termino con la chaqueta y tomo las llaves de mi auto para salir, sintiendome incomodo por como voy vestido. Creci en un rancho lleno de caballos y ganado, realizando un arduo trabajo desde niño, por lo que si llegaba a la hora del almuerzo sin ensuciarme era todo un milagro. Mis obligaciones han cambiado con los años, sin embargo, usar trajes no es lo mio, por mucho que este estudiando una carrera en la que tendre que vestirlos todos los días para mantener una buena imagen.

—Eso se llama estrategia —Palmea mi espalda caminando a mi lado—. Gánate al amigo primero. Ya ella hizo su trabajo conmigo, desde ese muffin me tiene.

Pongo los ojos en blanco, apresuro el paso y salgo del apartamento con él siguiéndome de cerca. Cuando llego Hendrik llamándola de nuevo «osita» y ella respondiendole por el mismo apodo, sentí los putos celos de saberla ocupada, y cuando se le acerco de esa manera cariñosa fue peor. Son muy cercanos para mí gusto.

Hendrik no me desagrada, tiene una personalidad parecida a la de Devon, quizás llega a ser un poco más serio. Sin embargo, ese contacto constante que mantienen no le hace bien a mis celos, los que no debería de sentir porque no tengo ni una semana conociendola y tampoco se que es lo que quiero exactamente de ella. No negare que conocerla solo hizo más interesante mi semana y espero que el resto de la carrera que estudiaremos juntos. Esa es otra razón por la que debo definir mis deseos hacia ella. A Devon le agrada, y ella no parece de las chicas que solo quieren sexo y luego siguen como si nada hubiese ocurrido, se ve demasiado dulce para eso, y por lo contrario solo me incita más a no dejarla ir.