Devon
Sobrepaso el límite de velocidad permitida sin pensar en una posible multa si me detiene algun oficial, la llamada de hace unos minutos se repite como una canción pegajosa en mi mente inquietándome más al no ser una buena noticia, Geovenna me grita que me detenga, esta igual o más asustada que yo, quisiera hacerle caso esta vez, pero no puedo, esto debe ser una broma, en lo único que pienso es en llegar y desmentirlo.
Solo es una broma de mal gusto, no es verdad.
Estábamos durmiendo en mi apartamento cuando recibi una llamada de la clínica, tuve ese momento dónde dude de la veracidad de la información que me estaban dando del otro lado de la línea, mientras que Geovenna no lo hizo en ningun momento desde que escucho también todo, ahora ambos estamos en pijama en camino a comprobar si lo que me dijeron es cierto.
Estas deberían ser las mejores semanas y meses de mi vida, me voy a casar, y nada lo es, vaya que nada lo es.
Estaciono mal el auto, corro a la entrada seguido de mi prometida deseperado y rogando que sea una broma. El olor tan propio de los centros de salud me golpea apenas entramos, le estoy agarrando recelo a estos lugares y no por mí. Mi novia pide información que no tardan en darle por la magnitud de la situación. Es cierto, esto esta pasando. En automático seguimos la dirección que nos indican, un doctor nos intercepta intentando explicarnos algo y lo hago a un lado ignorandolo entrando en la habitación, la imagen que me encuentro me deja sin palabras.
—Otro más que viene sin ser invitado —Se burla.
Dejo a Geovenna detrás de mi de manera protectora, porque su actitud, postura y mirada me hacen saber que no es quien he conocido estos años, y no debe serlo para todo lo que hizo.
No es una broma.
—¿De nuevo tu? —La mirada se le llena de asco, tiene una de las manos esposada a la barranda de la cama, aún así sonrie—. Vayanse y llevense a esta insignificante mujer de mi vista, me repugna.
De reojo veo a...
Astrid.
Parece un papel de lo pálida que esta, tiembla de miedo.
Le tiene miedo.
—¿Por que hiciste todo esto? Este no eres tú —Me escucho decir incrédulo, es casi un susurro que se pierde en el sonido de su risa, una muy diferente a la que he escuchado por años.
Geovenna abraza a su hermana, los ojos de quien he creido y visto como a mi hermano, mi amigo de toda la vida, se ponen en blanco mirándonos con fastidio.
—Devon, Devon, el fiel amigo —Sonrie mostrando todos sus dientes—. Tu querido amigo Darren está en la banca, castigado por su cobardía, ¿intentar suicidarse? Que patético —Se burla de él mismo—. Mi nombre es Strom, Devon, diría que es un gusto conocerte, pero estaría mintiendo. Eres tan patético como él y estas mujeres. Sácalas, me dan asco.
—¿Que te pasa? ¡Es tu novia!, ¿estás loco? ¿Cómo que Strom? —Lo enfrenta Geovenna, la retengo entre mis brazos antes de que pueda empeorar la situación.
«¿Strom?»
No entiendo nada, es difícil para mí creer todo lo que esta ocurriendo frente a mis ojos. Es el cuerpo de mi amigo, las marcas de su piel por las palizas de Ralph están en ella, pero no es él y eso se nota en su mirada, llena de frialdad y oscuridad en sus ojos azules.
¿Por cuánto tiempo estuvo ocurriendo esto sin que lo notara?
—¿Sabes lo mucho que me tuve que contener para no cortarle la garganta a tu insignificante hermana? Darren es tan cobarde —Pone los ojos en blanco—. Siempre te uso, ¿por qué crees que nunca te lo hizo sino de espaldas? La imaginaba a ella, a nuestro ángel, a él le funcionaba, mientras que a mí solo me repugnas y tenía que desquitarme con Azalea. Eres la mujer más insignificante que he conocido, no eres nada frente a nuestro ángel. Cada vez que te tocaba quería arrancarme la piel. Que estúpida eres al pensar que te amaría...
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Obsesión
RomanceNunca imaginé que un amor tan bonito se convertiría en una obsesión. A veces solo me pregunto ¿Que no vi?, ¿Como no lo noté? Su amor solo nos causo dolor. ----------------------------------------‐------------------------------------------ Esta hist...