Capitulo 47

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Darren

Los abogados de los Donovan hacen acto de presencia en la comisaria tomando el caso, reconozco a algunos que nos han asesorado en la empresa en trabajos importantes estos años. Hendrik es un caso particular en la estación, siendo el acusado que cuenta como defensa a los abogados de la parte afectada, hace unos minutos escuche por comentarios de unos oficiales cuanto cobran dos del equipo de abogados y no se que tanto poder tenga Alice sobre Isaac para lograr esto, sus servicios cuestan más que mi auto y a él no parece importarle siendo a quien supuestamente Hendrik ha estado robando por años, aunque todos sabemos que es inocente de los cargos.

No vamos a tardar mucho más aquí, el equipo es eficiente, pertenecen a uno de los mejores bufetes del estado y el más costoso, apenas llegaron nos explicaron con términos que no entiendo lo que harán, solo resta esperar, de acuerdo a sus palabras sacaran a Hendrik de aquí en máximo unas dos horas.

Espero que el dinero que cobran lo valga, de no liberar a Hendrik estoy seguro que Alice haría un escándalo como excusa para ir a hacerle compañía en la celda donde imagino que lo deben tener, ha estado moviéndose de un lado a otro desde que llegamos preocupándonos a todos por su estado y las emociones fuertes que le prohibieron, de las que ya lleva dos en solo unas horas, incluyendo el asesinato de Iván.

Rodeo con el brazo a Astrid acercándola, ha estado incómoda desde que Alice se subió a mi auto exigiendo, la payasada del exnovio que ahora se une al esposo solo empeoro su ánimo. Los veo a los dos y me pregunto que la hizo acercarse a mi, ambos son divertidos y hacen comparaciones en medio de bromas de la Alice que Luke conoció a la actual, y si, la que menciona el oficial es la misma que yo conocí, la de ahora me sigue sorprendiendo tanto como al otro ex, quien antes de que llegara e hiciera amistad con Isaac, estaba devorandosela con la mirada, ni porque está embarazada se detuvo, aunque con la ropa que trae puesta no se le nota.

—¿Quieren café? No puedo tomarlo.

Astrid se lo acepta con una sonrisa tímida, Alice ni nos detalla, tampoco le da importancia a nuestra presencia, se sienta a mi lado pudiendo hacerlo junto a Astrid o lejos de nosotros con su esposo. A veces pienso que lo hace al propósito, es como ofrecerle agua a un sediento, y no me gusta en la posición en la que ese pensamiento me deja, a mi añorandola.

Intento ni respirar, me obligo a recordar que estos meses he estado bien, en calma, la que Astrid trae a mi vida, Alice es solo una tormenta, ya no mi ángel, ya no más la que conocí.

—Pense que estarías más afectada —Las palabras salen solas de mi boca, con ella cerca es imposible que cumpla mis propias promesas.

Suspira, mirándose las uñas en color rojo.

—No puedo estarlo, Iván nunca se gano un lugar en mi corazón. Deseo que encuentren al culpable, por justicia, nada más.

—Charlotte no está bien —susurra Astrid.

La tormenta suelta otro suspiro tocándose el vientre, parece ajena a la acción que realiza y eso me envía una punzada al pecho, los dedos me pican por sentir la piel de su vientre abultada como tanto lo soñe, es delgada, ya debe notarsele aunque sea un poco, estando... Sin ropa.

—Lo imagino. Iván era su adoración, como mi mamá la mia. Veré que puedo hacer, aunque dudo que haga una diferencia, no tenemos un lazo de hermanas como el tuyo con Geovenna, el cual admito que admiro, espero que mis hijos también lo tengan.

—Geovanna y yo estaremos para ti en lo que necesites, siento mucho lo ocurrido.

—Gracias, Astrid, eres muy buena. Iré a acelerar esto, me quiero ir a mi casa con mi hijo.

ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora