Capitulo 60

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Hendrik

Le doy un sorbo a mi taza de café mirando a Astrid comerse una galleta de canela distraida ¿Como no me di cuenta antes? Desde Manarola nos acercamos más, comenzamos a almorzar juntos, a dar paseos por el parque, solo los dos, hablando de nosotros, conociéndonos, poco a poco eso nos llevo a cenas, idas al cine y conversaciones más profundas sobre nuestras metas y planes a futuro.

No hice ninguna promesa sobre no enamorarme de alguien más tras mi primer fracaso amoroso, solo me lastimaron en el pasado y no quise experimentar ese sentimiento de nuevo.

Como si pudiéramos decidir.

Astrid es... Más de lo que pensé y espere, detrás de esa mujer tímida hay una muy inteligente y apasionada, que me tiene fascinado queriendo descubrir cada una de sus facetas.

Compartimos muchos gustos, musicales, en cine y arte. El tiempo con ella parece volar, no me aburro, la conversación siempre fluye, y conmigo no es tímida, en cambio toma las riendas de la conversación y no se avergüenza al expresar su opinión, ¿el único problema? Está enamorada de la basura de Darren, porque no tuvo suficiente con lastimar a Alice y su familia, sino también lo hizo con Astrid, como si fuese una persona sin valor alguno. Se todo lo que le dijo, ella me lo confeso y Devon confirmó. Una parte de mi se alegra que ya no exista en este mundo.

En conclusión, me enamore de Astrid y es un amor no correspondido que me deja en la tan conocida por muchos «zona de amigos». De tanto burlarme de Devon cuando le ocurría, termine en este punto también.

—¿Como está, Milán?

—Bien. Mi mamá lo adora y Milán es muy comprensivo, aunque nos está costando sostener la mentira, creo que intuye que algo ocurre.

—Es un niño inteligente.

Asiento en total acuerdo con ella, demasiado inteligente, tiene a quien salir, aunque nadie lo reconozca Alice posee un coeficiente intelectual que sobrepasa el promedio, Isaac no se queda muy atrás, me ha sorprendido en el ámbito profesional, me fui de culo hace unas semanas escuchándolo hablar en árabe e intentando enseñarle también el idioma a Milán con normalidad. Ya mi ahijado con solo cinco años habla siete idiomas, unos cuatro más que yo, para su edad va más avanzado que los demás, por lo que no es una sorpresa que este sospechando de nuestras mentiras, porque sus padres no se habían ausentado antes por tanto tiempo, si alguno de los dos tenía que salir, estaba el otro, Milán siempre ha sido la prioridad para ellos, incluso sobre la empresa.

Charlotte nos ha ayudado bastante llevando a Ivanna para que juegue con él, por primera vez desde que la conozco está mostrando algún sentimiento hacia su única hermana, preocupándose por su estado y el de sus sobrinos.

—¿Como te sientes con todo lo ocurrido? No había querido preguntarte sobre el tema, no deseo que te sientas incómoda o presionada.

Deja la galleta a un lado, su mirada no cambia, si hay un ligero rastro de tristeza que acompaña algo más que no reconozco, luce fuerte, mucho más que yo, y su fortaleza alimenta mis esperanzas para no dejarme caer.

—Al principio me sentí bastante mal, por ser usada, pero a la vez liberada al darme cuenta de muchas cosas. Estaba donde creí que quería, más no era donde de verdad quería estar —Me confiesa, sorprendiendome.

Me quedo mirándola sin saber que responderle, ¿me está diciendo que ya no está enamorada de Darren? Igual él está muerto, y termino siendo una basura, eso no quiere decir que a una parte de mi no le duela que ya no esté, fueron muchos años los que estuvimos en la vida del otro, ingenuamente lo crei mi amigo y me culpe todo ese tiempo de ocultarle la verdad.

ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora