Capitulo 33

210 9 1
                                    

Darren

No dormi en toda la puta noche dando vueltas en mi apartamento, terminando con media botella de whisky a lo largo de las horas, pensando en lo ocurrido. Soñe y rogue por seis años que este momento llegara, sin rendirme dejando en el olvido por lo que ella me hizo, lo que no estaba en mis planes es la manera en la regreso a mi vida. Casada, con un hijo, una familia, con otro que no soy yo ¿Dónde quedaron nuestras promesas? ¿Dónde quedo nuestro futuro juntos? Deberia odiarla, sin embargo, tengo tantas preguntas, quiero respuestas, me las debe.

No dejo de culparme por confiar y no buscarla, como debi seguirlo haciendo desde que Hendrik me dijo que se había comunicado con él. Esto es mi culpa y lo sigo pagando al no tenerla conmigo.

Astrid quiso quedarse conmigo anoche como si fuera lo que acostumbramos a hacer, y fui muy hijo de puta con ella corriendola, parecía no entender que quería estar solo, además me harto notar sus ojos llenos de preocupación, no por mi, sino por lo que representa el regreso de Alice, que deje de buscarla perdiendo interés en ella, ni que tuviéramos una relación para soportar su inseguridad que esta justificada, nunca le he mentido, desde un principio le deje claras las reglas, conmigo no iba a jugar a una relación porque mientras Alice este en mis pensamientos no hay espacio para nadie más.

Seis años son un ejemplo.

En la mañana despues de un café cargado para combartir el alcohol en mi sangre, Devon se presento en mi apartamento conociendo mis intenciones de buscarla, juntos nos vinimos a la oficina, con la noticia apenas entramos de que los Señores Donovan ya habían llegado, eso me hizo caminar a la que es su oficina sin esperar nada más, encontrandome con Hendrik en el camino que se termino uniendo con preocupación a nosotros. No le perdono que haya sabido todo este tiempo sobre ella y su vida, mientras yo...

La oficina está vacía, ellos se sientan en las sillas frente al escritorio para esperarla, yo camino de un lado a otro inquieto. No deberíamos estar aquí sin autorización, no me importa, me paso por el culo las jerarquizas.

Escucho unas risas que me hacen levantar la mirada al baño y...

El puñal en el pecho solo se clava más con la escena frente a mí. Tuve el pensamiento que quizás se caso por conveniencia, siguiendo ordenes, era lo que Iván quería después de todo para ella, pero la imagen dice mucho más que mil palabras. No veo obligación, si una complicidad que ni siquiera conmigo llego a tener.

Alice sale con el cabello medio revuelto, como si intentaron acomodarlo y no lo lograron, el maquillaje corrido como si hubiese estado llorando y los labios rojos e hinchados, Isaac tiene esa sonrisa cuando has tenido buen sexo, está relajado, demasiado relajado. Se lo que significa, y el solo pensamiento es un veneno que incrementa todos los sentimientos que tenía guardados y que solo ella logra generar en mi.

Isaac con confianza saluda a Hendrik, a nosotros con cordialidd y se despide de Alice ordenandole ir a su oficina, algo en sus miradas y sonrisas me hace pensar que lo que estaban haciendo en el baño va a continuar allí. No hay vergüenza en ellos, tampoco respeto por tenernos frente entendiendo sus insinuaciones.

Mi ángel no era asi ¿Dónde quedo su timidez y sonrojos?

Hendrik la abraza, noto la duda en Devon en acercarse o no, ella es quien lo abraza besando sus mejillas con esa boca que estuvo... Cuando intenta acercarse a mi, doy un paso atrás. Su mirada es distinta, la indiferencia con la que me mira me quema y arde en el pecho.

—¿A que debo su visita? No tenía ninguna reunión planificada con ustedes —Nos pregunta en su papel de jefa, sentadose en la silla, busca entre su cartera distraída como si no hubiesen pasado seis años desde la ultima vez que nos vimos.

ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora