Obsesión

Capitulo 19

Darren

Las exposiciones de artes son la cosa más aburrida a la que he tenido que asistir en toda mi jodida vida. Solo vine por ella, por hacerla feliz, con verla sonreír es suficiente para mi. Aunque no entiendo nada y me parece absurda la cantidad de dinero en la que están cotizadas estas piezas, me quedo en silencio fingiendo apreciar los cuadros expuestos por el pintor que no se quien es, pero parece que Alice si y por eso quería venir.

Cuando no lo nota, mientras ella mira los cuadros con atención yo la miro a ella. Esta noche parece una chica totalmente diferente, refinada. Concuerda con el lugar donde estamos y se que mucho se debe a como ha sido criada. Conozco a lo que se dedica su padre, asi como también que debido a ello su situación económica es mejor que la del mío y que Alice ha sido educada toda su vida para ocupar un buen lugar en la sociedad, uno que por ahora no tendrá conmigo, pero si podría conseguir trabajando duro. Ese un detalle que no me preocupa porque a ella no le interesa, solo quien soy y lo que siento, nada más.

Las horas se nos pasan caminando de un lado a otro en la galería que si bien no se encuentra llena tampoco parece un museo poco visitado. Logramos que nos tomen una foto que me hara cambiar la que tengo de ella sonriendo como fondo de pantalla, la primera foto que obtuve de aquel intercambio en el restaurante italiano, y pensar que ahora tengo tantas juntos llenando la galería de mi teléfono con nuestros momentos tras cada salida.

Estos meses a su lado los comparo con estar en el cielo, ni siquiera Ralph o los intentos de Marietta por contactarme me han arruinado el buen humor que solo logra mi ángel en mi. Tambien hay una noticia que me tiene emocionado desde que me la confirmaron. Soy un hijo de puta inteligente y paciente, hice mis movimientos y espere a que dieran resultado, ahora solo pido que ella acepte.

Pierdo la cuenta de las horas que nos toma salir de la galería terminando con el aburrimiento que represento para mí todo el recorrido por las piezas exhibidas. Fue la primera y la ultima exposicion a la que asistire. Espero que Alice no quiera repetirlo, la acompañaría sin dudarlo, pero ruego que no se repita.

Conduzco hacia el primer restaurante de comida rápida que consigo. Pedimos cuatro hamburguesas y dos helados, además de una bolsa llena de papas fritas que no durará hasta que lleguemos porque ya se ha comido la mitad y ni siquiera he avanzado dos cuadras. Y se supone que el postre sería la dona que se comió hace unas horas. Mi chica no tiene fondo en ese estómago, y la comida no se hacía donde se le va siendo tan delgada.

«Mi chica», que bien se siente tener la certeza de que es asi.

Estaciono el auto en el parque al que venía cuando era un niño, Marietta me traía, no había regresado hasta hoy porque quiero opacar esos recuerdos con uno bonito con Alice. Fueron buenos momentos que vivi en este lugar con mi madre, pero a ella no le importaron cuando decidió irse sin mi, por esa razón hare todo lo posible por olvidar cada uno a su lado por mucho que me haya sentido feliz y que ahora ella este buscandome.

No hay casi nadie en el parque dándonos la privacidad que quería conseguir al venir aquí. Sostengo las bolsas con una mano mientras que la otra se encuentra entrelazada con la suya, no pensé que esa simple acción podría hacerme a sentir tan bien.

—Es tan bonito. Me gusta mucho —dice, mirando los árboles, a lo lejos hay una pareja conversando en un banco, la guío para que tome asiento en el mas cercano.

Lo que me gusta de este lugar es que está rodeado de árboles, y se puede visitar a cualquier hora, está noche no hay cielo estrellado ni tampoco luna, sin embargo, siento que fue una buena elección traerla aquí.

Se sienta, y no ayuda en nada a mi abstinencia la abertura de la falda me deja verle hasta medio muslo desnudo. Deseo pasar no solo mis dedos sino también mi lengua por ahí, pero aquí no se puede y lo he evitado por el bien de los dos. Quiero hacer las cosas bien con mi ángel.